Big Data en la educación
Por Javier Salazar Argonza.
El uso de la tecnología de big data en la educación ha comenzado ya a brindar grandes beneficios en lo referente a la mejora de la gestión educativa, el desarrollo de nuevos métodos para la enseñanza y el aprendizaje, la creación de nuevas carreras y opciones profesionales para los estudiantes, así como en la explotación y aprovechamiento de acervos digitales generados por las instituciones educativas.
Es la analítica del big data el recurso clave actual para analizar, visualizar, entender y mejorar la educación. Por tal motivo, en este artículo, dirigido a los responsables de guiar el rumbo de ésta, académicos, investigadores, docentes y público en general, se intenta dar una visión del actual grado de avance de esta tecnología en la educación, así como las facilidades que hay para su instrumentación en las instituciones educativas.
La tecnología de big data permite recolectar, almacenar y preparar grandes volúmenes de datos para analizar o visualizar la relación entre ellos. Esto inclusive a partir de datos que se estén generando en tiempo real y que provienen de redes sociales, sensores, dispositivos de diversa índole o de fuentes de audio y video. De esta manera, es posible identificar y predecir con detalle las causas o efectos de eventos, sucesos o procesos complejos. En el ámbito educativo, esta tecnología ciertamente ha comenzado a brindar grandes beneficios. Por ejemplo, en la mejora de la gestión educativa, al desarrollo de nuevos métodos para la enseñanza y el aprendizaje, la creación de nuevas carreras y opciones profesionales, así como en la generación y almacenamiento de acervos digitales que constituyen el producto de años de actividad académica, docente y de investigación.
Actualmente, se ha trascendiendo hacia un estado en el cual se necesitan de nuevos métodos sustentados en la tecnología para poder hacer el seguimiento de los alumnos, mejorar sus tutorías, obtener datos objetivos de sus evaluaciones, predecir los riesgos académicos o simplemente comprender el comportamiento de los grupos escolares. En este continuo cambio los profesores están más conscientes de la necesidad de actualizarse tecnológicamente para poder ofrecer una educación más efectiva y adecuada a las necesidades de la población escolar actual.
El método de observación en el aula ha dejado de ser la forma más efectiva para mejorar el proceso educativo. Por su parte, la analítica del big data es el recurso clave actual para entenderlo y mejorarlo. Asimismo, los acervos digitales, generados de manera regular por las instituciones educativas, deben ser integrados en el lago de datos y así mejorar su difusión, explotación y aprovechamiento no sólo en los procesos de analítica de big data, sino por toda la sociedad.
http://www.revista.unam.mx/vol.17/num1/art06/