Decepcionan festejos en Tampa por los descuidos ante el Covid

Mientras Tom Brady tocaba el cielo después de conseguir su séptimo Supertazón y le daba a los Bucaneros de Tampa Bay el honor de ser campeones como equipo local, numerosos habitantes de la ciudad participaron en multitudinarias celebraciones. A pesar de que tanto las autoridades como los directivos de la NFL insistieron en la obligación de mantener las medidas de sanidad ante la pandemia, los aficionados festejaban apretujados y sin cubrebocas, a gritos.

“Es muy frustrante porque hemos trabajado muy duro en el tema”, expresó la alcaldesa de Tampa, Jane Castor, en conferencia de prensa ayer; “a estas alturas en la lucha contra el Covid-19, hay cierto nivel de frustración cuando se ven ese tipo de cosas”.

Unas 200 mil mascarillas fueron repartidas antes del partido y “la mayoría” de los asistentes y negocios atacaron las normas, aseveró la alcaldesa.

Entre las medidas estaba un tope de 25 mil personas en el estadio Raymond James, que tiene capacidad para 66 mil, y la obligación de ponerse el cubrebocas. Pero afuera del estadio, donde Bucaneros derrotó a Kansas City, se veía una multitud de personas juntas y sin mascarillas, gritando, abrazándose, colmando calles y bares.

Con la esperanza de evitar que el Supertazón se convirtiera en un foco de contagio, Castor firmó una orden ejecutiva obligando al uso de cubrebocas incluso al aire libre, y exhortó a los fanáticos a celebrar el resultado del partido con sentido de responsabilidad.

En la cercana población de St. Petersburg, el alcalde Rick Kriseman se quejó de la fiesta sin mascarillas que organizó el rapero 50 Cent en un hangar del Aeropuerto Albert Whitted la noche del viernes. Fotos colocadas en redes sociales mostraban a la gente en la fiesta, aglutinada y sin mascarillas.

“Esta no es la manera en que debimos celebrar el Supertazón”, tuiteó el alcalde el sábado; “esto no es higiénico ni inteligente, es estúpido. Vamos a investigar a fondo lo ocurrido y le podría costar caro a algunos”.

El máximo experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, el doctor Anthony Fauci, aconsejó a los aficionados ver el campeonato desde su casa, a fin de no contagiar o contagiarse. Mientras el comisionado de la NFL Roger Goodell pedía a la afición no hacer reuniones ni fiestas, sólo ver la final con la gente con la que se habita una misma casa.

En tanto, luego de agigantar su legado, Tom Brady, reconoció el trabajo “increíble” que mostró la defensiva de Bucaneros para conseguir el campeonato con un triunfo sorprendente de 31-9 sobre los Jefes de Kansas City.

Tras el partido, el mariscal hizo un recuento de lo difícil de esta temporada por el Covid-19, cuando sus padres se contagiaron y recibió el apoyo del equipo.

“Mi papá enfermó mucho, mi mamá se recuperó bastante rápido”, comentó Brady; “mi padre la pasó mal, pero al final salió adelante como siempre, es un luchador y estuve feliz de que estuviera allí anoche, viendo, así que todo terminó bien”.

Goodell, por su parte, calificó “el desempeño extraordinario” del californiano de 43 años, el cual es “simplemente inigualable” a lo largo de dos décadas en la liga, con un cúmulo de récords, comparable a otras leyendas deportivas como Michael Jordan, Leo Messi, Way-ne Gretzki.

Siete anillos con dos equipos distintos, los seis primeros con Nueva Inglaterra y una estela de récords hacen suponer al mariscal más longevo de la NFL (43 años) en una posición de rey.

Por esto, los Bucaneros ya están pensando en qué necesitarán para repetir como campeones. El reto comienza al intentar mantener juntos a los componentes clave para la próxima temporada.

“Estoy confiado”, admitió Bruce Arians, entrenador del equipo, sobre mantener el núcleo de la alineación la próxima campaña; “confío en Jason Licht (gerente del equipo) y en lo que hará. Habrá dinero involucrado, pero creo que el grupo es muy cercano y el dinero no importará.

“Ojalá que podamos mantener intacta a toda la pandilla, poder hacer una buena pretemporada y que realmente tengamos una idea clara de lo que trataremos de hacer. Creo que este grupo no tiene límites», concluyó Arians.