Terminó muestra ‘Lujos de nácar´

Después de tres meses en el Museo del Templo Mayor, este domingo concluyó la muestra Lujos de nácar. Prendas enconchadas en Tenochtitlan, organizada como parte de las celebraciones por el 80 aniversario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El acto de clausura estuvo dividido en dos segmentos. El primero, una charla pública en la que los curadores de la exposición, Adrián Velázquez y Lourdes Gallardo, contaron los pormenores que hubo detrás de la exhibición. El otro, una sesión musical en la que se hizo el estreno mundial de la obra Epnepaniuhqui de nácar, del compositor mexicano Jorge Córdova.

En el conversatorio ambos investigadores explicaron que la exposición fue resultado de un largo proceso de trabajo que se remonta a 1997 y el cual tiene que ver con las piezas de concha encontrados en las ofrendas prehispánicas del Templo Mayor

Adrián Velázquez comentó que dicha investigación rebasó las fronteras del museo, porque se estudiaron colecciones de conchas de otras partes de México y de épocas anteriores al imperio mexica.

Precisó que, a diferencia de otros contextos arqueológicos del país, en el Templo Mayor se dispone de muy pocas evidencias históricas para determinar la tecnología empleada por los mexicas en el trabajo con conchas marinas.

Por ello se emprendió un estudio experimental para tratar de encontrar las técnicas de aquella época. El estudio consistió en trabajar conchas modernas con instrumentos que se considera fueron utilizados en esa época, a partir de análisis realizados a las piezas originales, dijo.

“Lo que se hizo en el pasado se conoce a través de las huellas de manufactura, se compara con la evidencia arqueológica. El proceso incluye desde observar las piezas a simple vista y compararlas hasta usar microscopio electrónico de barrido, lo que ha permitido conocer qué rocas y cómo se usaron en aquella época”.

El especialista destacó que la investigación arrojó que fue en la Etapa IV de Tenochtitlán (alrededor de 1454 de nuestra era) cuando se desarrolló un estilo propiamente mexica dentro del trabajo en concha, el cual se caracterizaba por no tener un acabado fino, a diferencia de otras culturas mesoamericanas.

Lourdes Gallardo habló de de la prenda o epnepaniuhqui de Zacatenco, que con sus 2 mil 400 años de antigüedad fue una de las piezas más importantes de la muestra Lujos de nácar. Prendas enconchadas en Tenochtitlan.

La conservadora refirió que la reconstrucción de ese objeto, hallado en un entierro  prehispánico en el cerro de Zacatenco y que en principio se pensó que podría ser una coraza, fue muy emocionante.

Desde limpiar y estabilizar los cerca de 150 pendientes de concha nacarada,  además de reconstruir algunas de esas piezas, detalló, hasta ir encontrando el perfil de la vestimenta, la cual perteneció a una niña entre dos o tres años de edad.

En la sesión musical de clausura de la muestra participó el ensamble de percusiones Cumac, que se valió de instrumentos de origen prehispánicos como huehuetl, teponaxtlis, sonajas, huesos de fraile  y diversos tipos de ocarinas para interpretar la Epnepaniuhqui de nácar, en la que Jorge Córdova plantea una metáfora sonora de unos 15 minutos de aquellas piezas enconchandas prehispánicas. 

*Tomado de la Jornada