Secretaría de Cultura abrirá casa de trabajos artísticos para exreos del Reclusorio Norte

Se planea que la construcción sea en el Centro Cultural Los Pinos, dijo Regina Tattersfield Yarza, directora de Animación Cultural de la Secretaría de Cultura.

Con el fin de facilitar la reinserción social de personas privadas de su libertad, la Secretaría de Cultura prepara una casa de medio camino (residencias con actividades desarrolladas por especialistas), que albergará a liberados del Reclusorio Norte para que realicen trabajos artísticos.

De acuerdo con la directora de Animación Cultural, Regina Tattersfield Yarza, se trata de “un lugar abierto conformado por tres espacios: la casa que sería habitada por los chicos que salen del Reclusorio Norte, específicamente, y que cumplen un perfil o interés particular por la producción artística o la creación en general”.

En entrevista con los medios, Tattersfield refirió que el segundo espacio es “para un restaurante que permita a los chicos estar vinculados con labores de manera activa, y el tercero para una galería en la que puedan exponer sus obras, y que los que están dentro del reclusorio también puedan participar en las exhibiciones”.

La funcionaria de la Secretaría de Cultura comentó que explora la posibilidad de que la casa se ubique en el Centro Cultural Los Pinos, «lo cual sería fantástico”, aunque por ahora todo está en proyecto, «pero ya estamos avanzando con todos los trámites”. Agregó que actualmente ya han realizado la gestión de “quién habitaría la casa, cuáles serían las reglas para habitarla y quién estaría a cargo de ella”. El principal objetivo es “que se construya como una casa autosustentable”.

En esta primera etapa la casa de medio camino recibirá sólo a miembros de Kolëctiv.feat, el grupo artístico del Reclusorio Norte guiado por la fotógrafa Lulú Sánchez Puig, “pero la idea es que sea una convocatoria cada vez más abierta para ir a más y más reclusorios”, dijo.

Habrá asesoría de extranjeros Para Regina Tattersfield la intención es albergar a personas que quieran reinsertarse de manera activa en el campo de las artes, por lo que antes de abrirse a otros espacios necesitan revisar con la Subsecretaría del Sistema Penitenciario cómo identificar a los candidatos a ocupar la casa. Aunque este espacio sería el primero en el país, “no lo pensamos como un piloto, sino como un proyecto base”.

Sánchez Puig conoció un proyecto similar en San Francisco, California, donde el concepto de casa de medio camino “ya está muy avanzado, a diferencia de otros países del continente”.

«Tengo entendido que en esos lugares los chicos aprenden a cocinar desde prisión; entonces, una vez que salen, se vuelven trabajadores del restaurante, ya sea como cocineros o meseros; de ahí viene la idea que queremos implementar aquí», explicó Tattersfield. Señaló que «hay un plan de traer a personas de aquella ciudad estadunidense para que nos ayuden con asesorías de cómo se puede consolidar un proyecto así, porque las leyes de California no son las mismas que en México; hay que ver ese tema”.

La directora de Animación Cultural se dijo sorprendida de que no existan este tipo de iniciativas en el país; “es bastante increíble que no haya en México, de hecho yo no sé si en América Latina hay casas de medio camino; yo tengo entendido que no”. Así, confía en que este espacio esté funcionando en el primer semestre de 2020; será gestionado en principio por la Secretaría de Cultura federal, “aunque quisiéramos que más personas se involucraran”, concluyó.

*Tomado de Milenio