La rebeldía de lo abstracto
Eduardo Ramírez Villamizar, pintor colombiano que hoy homenajea Google, con su Doodle, murió en 2004, se le denominó un artista constructivo
Hierro oxidado y pintado, cobre, madera y cartón eran sus materiales. Rectángulos, rombos, cuadrados y círculos descompuestos hasta la abstracción se convirtieron en el personal sello de sus creaciones.
Eduardo Ramírez Villamizar, pintor colombiano que hoy homenajea Google, con su Doodle, murió en 2004.
Se le denominó un artista constructivo. Uno de los primeros de Colombia y uno de los más importantes de América Latina. Expuso junto con Edgar Negret, Grau, Wiedemann, Botero y Obregón. En 1970 transformó el arte precolombino en obras geométricas propias del arte abstracto y minimalista.
Era parte del movimiento estético, que puede asociarse con la llamada Generación de la Ruptura, integrada por artistas que encontraban en formas geométricas o juegos visuales, ajenos por completo a la figuración literal, un medio de expresión sobre la libertad, la democracia, la igualdad.
Ese movimiento con toda su trascendencia se proyectó a América Latina, y especialmente en México, donde con el muralismo y con el hecho de que muchos de los grandes pintores de la Escuela Mexicana simpatizaron no sólo con la Revolución Rusa, sino con el partido comunista; entonces estos artistas lucharon de manera fuerte en contra de la abstracción, señaló para las págnas de Excélsior, Jorge Alberto Lozoya, secretario del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Puebla.
Obras de arte geométrico, incluso del movimiento del cinetismo, que dan cuenta de un dinamismo visual en la abstracción a mediados del siglo pasado.
En ese momento hubo una confrontación a nivel Latinoamérica muy fuerte, y hay un momento en los años 60 que con el surgimiento arrollador de la publicidad como un ejercicio estético, la expresión abstracta se impone.
*Tomado de El Financiero