No quiero ser como ustedes, dice niño genio a diputados

Por Enrique Méndez y Roberto Garduño*

Carlos Antonio Santamaría Díaz, un niño de nueve años de edad graduado en el diplomado de bioquímica y biología molecular de la Facultad de Química, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sorprendió al pleno de la Cámara de Diputados cuando se le preguntó:

–¿Te gustaría ser diputado?

–¡No, yo no quiero ser diputado, no quiero ser como ustedes; yo quiero ser científico!

La gran capacidad intelectual del niño fue motivo de sorpresa y admiración entre la mayoría de los legisladores, pero sobre todo su inocencia y candidez para responder a los crecientes halagos de los legisladores. Fueron evidentes el hartazgo y la displicencia al no sentirse tan cómodo en ese lugar.

El presidente en turno de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano, ponderó la constancia y dedicación del niño genio, cuando lo que priva en el infante es una natural capacidad intelectual. El perredista dio lectura a una tarjeta elaborada por los funcionarios de servicios parlamentarios, con la información sobre el paso de Carlos Antonio por la UNAM:

Ha adquirido conocimientos sobre una concepción global de la química, de cómo se efectúan las reacciones, a qué cosas dan origen, así como sobre su caracterización. Y aprendió a descubrir cómo está constituida la materia a partir de técnicas complicadas. Así adquirió conocimientos sobre principios de equilibrio en disolución y espectroscopia infrarroja de resonancia magnética nuclear y espectroscopia de masas, dijo Zambrano.

Antes, la Comisión de Ciencia y Tecnología entregó un reconocimiento al menor por cursar el diplomado en la UNAM.

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Foto de Francisco Olvera
*Colaboradores

Periódico La Jornada
Miércoles 30 de marzo de 2016, p. 10