Impresoras 3D pueden ser tóxicas para los humanos

Investigadores destacan que las partículas que desprenden las impresoras 3D pueden ser inhaladas y quedar en los pulmones

Investigadores han presentado varios estudios que apuntan a que las impresoras 3D pueden ser tóxicas para los humanos debido a que las partículas que desprenden al trabajar pueden ser inhaladas y quedar en los pulmones.

Estas investigaciones, presentadas en la Reunión anual de la Sociedad de Análisis de Riesgos 2020 de Estados Unidos, tienen como objetivo caracterizar y cuantificar la liberación y composición, el tamaño de partícula y el tiempo de residencia en el ambiente interior.

Los investigadores están formulando nuevas preguntas sobre las implicaciones para la salud y la seguridad y cómo mitigar los posibles riesgos para la salud de los usuarios de impresoras 3D y los consumidores de productos fabricados con esta tecnología emergente, especialmente los niños.

Este tipo de impresión se utiliza cada vez más en hogares, escuelas, bibliotecas y otros espacios donde la gente suele pasar mucho tiempo. Las partículas liberadas durante el proceso de impresión, que son lo suficientemente pequeñas como para infiltrarse profundamente en los pulmones, pueden afectar la calidad del aire interior y la salud pública.

El amplio uso de impresoras 3D para fabricar protectores faciales, respiradores y otros equipos de protección personal para covid-19 ha creado una nueva urgencia en estas preguntas, consideran los investigadores.

Los materiales base utilizados en las impresoras 3D incluyen termoplásticos, metales, nanomateriales, polímeros y productos químicos orgánicos volátiles y semivolátiles. El proceso de impresión puede tardar varias horas y, durante este tiempo, es posible que se liberen una serie de subproductos químicos y partículas en los ambientes interiores.

Dadas estas incógnitas, los científicos han comenzado a realizar estudios para comprender estas liberaciones y su composición específica, tamaño de partículas y tiempo de residencia en el ambiente interior, produciendo datos que pueden incorporarse en evaluaciones sólidas de exposición y riesgo.

Un estudio realizado por Yong Qian, del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH, por sus siglas en inglés), evaluó la toxicidad potencial de las emisiones de ABS generadas durante la impresión 3D al examinar células pulmonares humanas y ratas expuestas por inhalación. El estudio ‘Emisión de impresoras de acrilonitrilo butadieno estireno (ABS) inducida por toxicidad in vitro e in vivo’ ha revelado que las partículas emitidas causan una toxicidad moderada en las células pulmonares humanas y una toxicidad mínima en ratas.

El trabajo ‘Investigación reciente sobre emisiones de impresión 3D en la Agencia de Protección Ambiental (EPA)’ revisa dos estudios recientes de la EPA. El primero analizó las emisiones de una extrusora de filamentos de impresora 3D (un dispositivo utilizado para crear filamentos de impresora 3D) en un entorno de laboratorio, y el segundo utilizó un modelo de simulación para predecir la cantidad de partículas depositadas en lugares específicos del tracto respiratorio, y cómo eso cambios de patrón para personas de diferentes edades, cuando se utiliza una impresora 3D.