Hielo de la Antártida, en riesgo de rápida destrucción
Muchas plataformas de hielo que rodean la Antártida podrían ser vulnerables a una destrucción rápida si el aumento de las temperaturas empuja el agua derretida hacia las numerosas fracturas que actualmente penetran en sus superficies.
Según un estudio publicado en la revista Nature, las plataformas ayudan a desacelerar el deslizamiento de los glaciares interiores hacia el océano, por lo que si fallaran el nivel del mar en el mundo podría aumentar rápidamente.
Las plataformas son lenguas gigantes heladas que flotan en el océano alrededor de los bordes del continente. Los vastos glaciares terrestres que están detrás de ellos empujan constantemente hacia el mar.
Sin embargo, debido a que muchas de ellas están confinadas en gran medida dentro de extensas bahías y golfos, están comprimidas por los lados y frenan la marcha de los glaciares, pero experimentan un estrés competitivo: se estiran al acercarse al océano.
Las observaciones de los satélites muestran que, como resultado, se desgarran. De hecho, la mayoría están rasgadas con numerosas fracturas largas perpendiculares a la dirección del estiramiento. Las fracturas que se forman en la superficie pueden tener decenas de metros de profundidad; otras, que se forman desde el fondo, pueden penetrar en el hielo cientos de metros hacia arriba. Algunas fracturas tienen cientos de metros de ancho.
Actualmente, la mayoría de las plataformas están congeladas todo el año y son estables. Pero los científicos proyectan que podría ocurrir un calentamiento generalizado más adelante. La investigación existente ha demostrado que incluso los cambios sutiles de temperatura causarían un derretimiento generalizado.
Proceso violento
Esto podría enviar agua hacia las fracturas de la superficie y estas oleadas potencialmente causarían hidrofracturas, un proceso en el que el agua líquida, más pesada que el hielo, forzaría violentamente a las primeras a abrirse y provocaría que la plataforma se desintegre rápidamente. El nuevo estudio estima que entre 50 y 70 por ciento de las áreas de esos bloques que apuntalan los glaciares son vulnerables a tales procesos.
No se trata sólo de derretirse, sino de dónde lo hace, precisa el autor principal, Ching-Yao Lai, investigador posdoctoral en el Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia.
La hidrofractura ya ha ocurrido en algunos lugares. Partes de la plataforma de hielo de Larsen, que se había mantenido estable durante al menos 10 mil años, se desintegró en pocos días en 1995 y 2002. A esto le siguió la ruptura parcial de la plataforma de Wilkins en 2008 y 2009.
*Tomado de La Jornada