El Pueblo y las Redes Sociales.
Por Aurora Hakim Vista
Desde el momento mismo en que somos creados como seres humanos vivimos enredados, sí, al estar unidos por un cordón visible al instante de llegar a este Tierra, mismo que un soplo se convierte invisible al ser cortado, sin embargo, perdura, une a dos almas hasta el último de sus suspiros… De ahí en adelante seguimos enredados como sujetos educativos, sociales, políticos en cada uno de los ambientes que -construimos y nos construyen- forja cada una de las dimensiones que significan nuestras leyendas personales.
Después de leer las declaraciones de Umberto Eco -académico que admiro, sigo desde muchos años y del cual he aprendido respecto a variados temas por él estudiados- en cuanto a que:
…las redes sociales le dan derecho a hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar, pero ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel… el drama de internet es que ha promovido al tonto del pueblo como el portador de la verdad.
Surge en mí la necesidad de expresar lo que al respecto pienso, ya que el “Pueblo”, al que dicho autor hace referencia, lo redibujamos todas y todos los individuos, por tanto, es un derecho inalienable de cada sujeto el contar con la posibilidad de expresar sus ideas, utopías, necesidades, emociones y saberes aunque no sean ni las más sabias, sensatas o cultas.
Si bien nada en esta vida es seguro, como las Redes Sociales, depende de cada quien saber cuidar lo que comparte y expresa, así como proteger su privacidad, pues en la época de la Sociedad Red, uno de los significados que nos dan identidad es la complejidad, incertidumbre y liquidez donde, desaforadamente, ya nada es seguro.
Sin lugar a dudas y de acuerdo a gran cantidad de agencias internacionales, académicos e investigadores, tanto la Internet como las Redes Sociales ha permitido democratizar a las sociedades, mantenerlas informadas, unir voluntades -a nivel glocal (local/global-local)-, compartir, apoyar, colaborar, comparar… así como disminuir las brechas que nos separan a través del tiempo y el espacio sin importar religiones, partidos políticos, nivel educativo, preferencias sexuales, color de piel, situación económica… por lo que hoy el Mundo es el aula de las ciudadanas y ciudadanos cosmopolitas, multidiversos e interculturales cuyo derecho a expresarse cobra mayor fuerza como nunca antes al ser aprendientes inacabados, perfectibles y que aprenden –desde su aparición– enredados como Pueblos, Tribus, Comunidades únicas e irrepetibles.
Mtra. Esperanza Aurora Hakim Vista