China envía con éxito nuevo cohete con nave espacial
China lanzó el martes una nueva nave espacial, un paso crucial para llevar tripulantes a la futura gran estación espacial china y a la Luna.
El cohete Larga Marcha 5B, en su primer vuelo, despegó de la base de Wenchang en la isla de Hainan (Sur), con la nueva nave –sin tripulantes– alcanzando la órbita prevista, indicó la agencia de noticias Xinhua.
La nave fue diseñada para llevar tripulantes a la futura estación espacial china y a la Luna.
La nave se colocó en la órbita deseada después de ocho minutos de vuelo, de acuerdo con la misma fuente.
Su regreso a la Tierra está previsto para el viernes después de una serie de pruebas, dijo Ji Qiming, de la agencia espacial china, en una conferencia de prensa.
El jefe del centro de control de la misión, Zhang Xueyu, aseguró que el lanzamiento había «fortalecido la confianza y la determinación» para las próximas etapas del programa espacial chino.
«Este vuelo es una etapa importante», en el programa espacial chino, subraya Chen Lan, analista independiente del sitio web Gotaikonauts.com.
Desde 1999, China ya lanzó varias naves «Shenzhu», construidas sobre el modelo de los «Soyuz» soviéticos y luego rusos.
El nuevo vehículo espacial chino se considera más seguro y con mayor resistencia al calor para el reingreso en la atmósfera. Además es más largo (8,8 metros) y más pesado (21,6 toneladas).
Al ser además parcialmente reutilizable abre nuevos horizontes al programa espacial tripulado chino.
Palacio celestial
«Todo depende de las ambiciones del programa espacial chino, pero las misiones más allá de la Luna serán posibles», subraya Carter Palmer, especialista en asuntos espaciales de la firma estadounidense Forecast International.
Ir muy lejos en el espacio requiere dos cosas principales: una velocidad muy rápida para alejarse de las fuerzas gravitacionales, y una mejor protección frente a las temperaturas extremas, características de las que beneficia, a priori, esta nave.
La actual misión de ensayo pondrá a prueba, entre otras cosas, su escudo térmico y su capacidad para entrar en la atmósfera.
La futura estación espacial china (CSS), denominada Tiangong («Palacio celestial» en mandarín), constará de tres partes: un módulo principal de casi 17 metros de longitud (lugar de vida y de trabajo) y dos módulos anexos (para experimentos científicos).
Su ensamblaje en el espacio debería comenzar este año gracias al nuevo cohete Larga Marcha 5B y terminar en 2022.
Otra novedad de la misión del martes es el cohete Larga Marcha 5B. Con un diámetro de 5 metros, un peso de 849 toneladas y una longitud de 54 metros, puede enviar al espacio cargas de 22 toneladas. Se utilizará para lanzar las diferentes partes de la futura estación espacial.
Este éxito del martes tranquiliza a los responsables del programa espacial chino, después de los fracasos este año del lanzamiento de un satélite indonesio (en abril) y el de un cohete Larga Marcha 7 (en marzo).
China, que está invirtiendo miles de millones de euros en su programa espacial, ha puesto en órbita numerosos satélites, por cuenta propia o de otros países.
A principios de 2019, se convirtió en la primera nación en descender una sonda en la cara oculta de la Luna.
Sin embargo, ¿está China al nivel de los estadounidenses? «China alcanzó a Estados Unidos en algunas áreas espaciales, como la observación de la Tierra y la navegación», señala Chen Lan.
«Pero siempre hay grandes diferencias en la exploración del espacio lejano y de los vuelos tripulados», subraya el analista, para quien Estados Unidos sigue siendo «la principal potencia espacial».
Se espera que China en un par de meses lance una sonda a Marte, a donde también cuenta enviar una misión tripulada dentro de diez años.
*Tomado de La Jornada