Un año de la guerra Rusia- Ucrania
A un año de que inició de la guerra entre Rusia y Ucrania, la tensión ha vuelto a crecer. El presidente Vladimir Putin suspendió este martes la participación de Rusia en un importante tratado de desarme nuclear y acusó a Occidente de «atizar» el conflicto en Ucrania, al tiempo que su homólogo estadounidense, Joe Biden, aseguró que Moscú «nunca» ganará la guerra que inició hace casi un año. Para entender lo que sucede, El Heraldo Digital conversó con el experto Julio César Peña Vega.
Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022 y se enfiló hacia Kiev, aparentemente con la esperanza de tomar rápidamente la capital. Sin embargo, la dura resistencia de las fuerzas ucranianas, respaldadas por las armas occidentales, hizo retroceder a las tropas de Moscú. Rusia anexó en 2014 la península de Crimea y al inicio de la guerra proclamó bajo su soberanía territorios de la cuenca minera del Donbás, en el este de Ucrania.
¿Por qué ha demorado la guerra?
El maestro en estudios México- EU por la UNAM y licenciado en Relaciones Internacionales por el Tecnológico de Monterrey, aseguró que en un principio se esperaba una ofensiva rusa con mucha potencia, pues en una primera etapa, con los bombardeos a ciudades importantes se pensaba que Ucrania no tendría capacidad de respuesta, pero contaba con ejercito preparado y a ayuda extranjera no tardó en llegar.
“Rusia se encontró con la defensa del gobierno ucraniano, con una capacidad militar mucho más avanzada, hay un ‘impasse’ y enfrentamientos muy focalizados, por lo que no hay tanto avance en los frentes y el conflicto se movió a la parte del Este, donde hay más presencia rusa”, explicó el catedrático. Entre septiembre y octubre Ucrania recuperó terreno y forzó a su contraparte a buscar una nueva estrategia.
Rusia comenzó a nutrir sus filas con civiles y ciertos actores políticos de su país se opusieron, incluso la población, y aunque con eso logró recuperar territorios, todo se estancó: “pero ahora hay luchas cada vez más atrincheradas y sangrientas, el volumen de las bajas también ha crecido”, comentó Peña Vega. El pasado 18 de febrero, en la Conferencia de Seguridad de Múnich, Estados Unidos estimó que 240 mil personas han fallecido a causa del conflicto, cerca de 100 soldados rusos, 100 ucranianos 40 mil civiles.
La paz, no parece una opción
Peña considera que el panorama podría estar por cambiar y la expectativa está en cómo se desarrollarán las ofensivas este año, incluso hay llamamientos para que en primavera haya operaciones, “entonces estamos en pues de un momento importante de definición de qué es lo que va a suceder. Sin irse a una parte extrema, las acciones podrían escalar y eso no está muy lejano y habría un incremento gradual”, reflexionó.
Por lo que ahora, una solución pacífica y en la que ambas naciones mantengan su autonomía política se antoja complicada, “parece ser que estamos lejos de una situación en la que hay una negociación directa con intermediarios… porque ambas partes están enfocadas todavía en la cuestión del conflicto armado”.
Aunado a eso, Vega desarrolló que diversas naciones tienen intereses de por medio, por lo que existe una multipolaridad:
“Diferentes potencias empiezan a ejercer su influencia alrededor de una región que consideran importante económicamente o de seguridad… Vamos a ver esas intervenciones más abiertas por parte de diferentes naciones y entonces, si tenemos en cuenta este gran escenario también pesa un poco en que el conflicto se mantenga… En este momento eso se ve aún lejano, desafortunadamente, un alto al fuego”, elaboró.
¿Podría recrudecerse el conflicto?
“Es difícil de definirlo, sería complicado poderlo proyectar… Ese es el peligro, rememora un poco a la Guerra Fría… Siempre se teme que se pueda derivar en algo no planeado… Estamos un poco a esa expectativa es difícil de prever”, comentó. Y es que en los últimos días el riesgo ha subido. Pese al anuncio de Putin, la cancillería rusa aseguró que Moscú «mantendrá un enfoque responsable y seguirá respetando rigurosamente las limitaciones cuantitativas de las armas estratégicas ofensivas» hasta la expiración de ese tratado, en 2026.
El tratado Nuevo START, firmado en 2010 entre Rusia y Estados Unidos, tiene como objetivo limitar los arsenales nucleares de estos dos países. Pero Putin advirtió que Rusia podría reanudar sus ensayos nucleares si Estados Unidos lo hacía previamente. «Nadie debe alimentarse de ilusiones, la paridad estratégica podría verse alterada», afirmó.
Tal vez por eso no haya habido hasta ahora mayor apoyo internacional: “Por el temor a que la guerra escale y se tenga que intervenir de una mayor forma y eso generaría un conflicto mucho mayor de dimensiones más fuertes… tomando en cuenta que hay países con capacidad nuclear…”, opinó Julio Peña, quien a su vez precisó que hay muchos factores, “no solamente una persona como lo identificamos en los nos dirigentes, sino todo un conjunto de dirigentes”.
¿Rusia apuesta al cansancio de occidente?
Mucho se ha especulado sobre la potencia armamentística de Rusia, pero hasta el momento se desconoce si ya la empleó o es recatada para evitar que más naciones se involucren, sin embargo, en algunos aspectos tecnológicos, Ucrania ha tomado la delantera por el apoyo que ha tenido, como con el empleo de drones. Sin embargo, el poder nuclear de Rusia es real.
Es poco probable que emplee sus ojivas, por lo que muchos analistas consideran que Moscú comenzó a apostar por el cansancio de occidente, “en el inicio se esperaba una solución muy rápida por parte de Rusia… Ahora es posible que este escenario de cansancio se empiece a hacer cada vez como la principal opción.”
Peña apuntó a que en The Washington Post se mencionó, por ejemplo, como dentro del Partido Republicano en Estados Unidos este cada vez hay una mayor distanciamiento en cómo se está dando el apoyo hacia Ucrania, lo que de ser verdad podría llevar a un debilitamiento ucraniano, pero hasta ahora, esto queda sólo en el terreno de la especulación. Por otro lado, Rusia podría claudicar si esto se extiende más, hasta ahora ha librado las sanciones y el éxodo de algunos de sus ciudadanos, pero a largo plazo podría ser diferente.
“Un desgaste de Rusia se daría si enfrenta problemas económicos internos más fuertes y la misma situación es para Ucrania y para los países que la apoyan”, concluyó.
No está en el interés de nadie una guerra más violenta
De haber un conflicto que involucre más países podría haber una crisis económica que afectaría a todas las partes:
“Entonces al menos en ese sentido podríamos decir que hay posibilidades de que no se dé un paso más, aunque tampoco es bueno establecer como sociedad una confianza en que no va a escalar porque eso podría reducir esa presión y eso desencadenar una lucha pero… No obstante, por lo que ha sucedido aparentemente al menos en corto plazo este se podría prever algo así y esperemos que no sea el caso”, sopesó.
Aún así, hay estragos en el mundo
Los principales problemas se han presentado en el mercado energético, principalmente en la producción y distribución de petróleo y gas, “esto ha impactado a México y podría hacerlo de mayor forma… Otra cuestión es la de los agrícolas, donde se encuentra el conflicto es una zona de producción o era una zona de producción agrícola muy importante de granos básicos”, puntualizó. Si bien a México eso no le ha perjudicado mucho, de extenderse, sin duda lo haría.
En tanto, la sangre corre
En los días pasados, las fuerzas rusas bombardearon edificios en Jersón, en el sur de Ucrania, matando al menos a cinco civiles, según las autoridades ucranianas. Rusia está «matando sin piedad a la población civil», declaró el presidente ucraniano, Volodimyr Zelenski.
Las imágenes difundidas tras el ataque mostraron cadáveres, uno de ellos cubierto por una lona, tendidos en el suelo cerca de una parada de autobús y de un supermercado destruido. En Pekín, el ministro chino de Relaciones Exteriores, Qin Gang, dijo este martes que China estaba «profundamente preocupada» por el conflicto y se ofreció a mediar, prometiendo una propuesta esta semana una propuesta para buscar una «solución política» a la crisis en Ucrania.
Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, expresó un cauteloso interés por esa iniciativa, pero advirtió que debe respetar «el principio de integridad territorial» de su país.
-HeraldodeMexico