“Frente a la crisis actual que desató, entre otras cosas la pandemia y la proliferación de las armas en la región, así como la crisis económica que generó la guerra, cada vez los problemas de México y Estados Unidos están relacionados y resulta más complicado para las comunidades y los gobiernos resolver estos problemas de forma individual y aislada, por eso como organizaciones binacionales decidimos convocar a una Cumbre por la Paz México-Estados Unidos”, indicó.
Castillo precisó que el objetivo es identificar y reconocer los problemas comunes entre ambos países y que se plantean acciones y colaboración para enfrentar el tráfico de armas, la crisis migratoria y la violencia.
“Nuestra región no tolera ni aguanta más esta situación que se vive en materia de derechos humanos, crisis migratoria, tráfico de armas y violencia armada, es por eso que estamos motivando a esto”, subrayó.
El activista afirmó que son más de 40 organizaciones, entre las que destacan Global Exchange, Black Lives Matter South Bend, Center for American Progress, Center for Native Americans, Red de Pueblos Transnacionales, Centro de Derechos Humanos Tlachinollan, SeraPaz, Nuestra Red, ReverdeSer, Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos y los Padres y Madres de Ayotzinapa, que participarán en los foros programados en ciudades de México y de Estados Unidos.
“La Cumbre por la Paz está convocada para febrero de 2023, pero vamos a empezar con foros locales en la región a partir de septiembre. El jueves lo anunciamos, pero a partir de eso comenzamos una serie de foros locales, presenciales y virtuales en Nueva York, Los Ángeles, Tijuana y en una comunidad indígena en México que está por definirse y en la Ciudad de México”, comentó.
Castillo refirió que también se busca construir una agenda binacional ciudadana, con el fin de entregarla a los gobiernos de México y Estados Unidos para que la trabajen con políticas públicas que ayuden a mejorar la situación en ambos países: “Ahorita está la oreja muy parada, el corazón muy abierto para que ya cuando lleguemos a febrero de 2023, se vean los temas”.
Llama a las organizaciones sociales para que se sumen a la iniciativa de la Cumbre por la Paz, que calificó como un proceso ciudadano en donde participan grupos, y también comunidades sin inscripción y adscripción u organización alguna.
“Es un espacio plural, diverso y abierto, sobre todo ciudadano. El objetivo es fortalecer la voz de la ciudadanía binacional frente a la relación México y Estados Unidos. Nosotros estamos convencidos que no se puede entender el futuro de la región sin la participación y voz ciudadana”.
