«Galeano, un ilegal en el paraíso»
La obra Galeano, un ilegal en el paraíso no ha sido aún presentada formalmente, pero ya empezó a circular por algunos países de Iberoamérica.
El autor de Las venas abiertas de América Latina vivió un proceso que lo llevó a ser anticlerical, aunque cuando triunfó la revolución sandinista en Nicaragua, en 1979, se acercó bastante a la Teología de la Liberación y llegó a ser muy amigo del sacerdote sandinista y poeta Ernesto Cardenal, recuerda el uruguayo López Belloso.
El título del nuevo libro, editado por la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), surgió «un poco en broma, conversando con otros autores que participan de la obra y entre quienes coincidimos que Galeano tuvo un vínculo de amor-odio con la cultura cristiana», agregó el editor uruguayo.
«Recordamos que en algún momento él confesó que, de niño, decía que iba ser santo o futbolista», contó López Belloso a dpa.
La obra de 304 páginas está compuesta con aportes de escritores y periodistas de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, México y otros países latinoamericanos, quienes «revisitan» la creación de Galeano y actualizan algunos de los principales tópicos que abordó a lo largo de su vida.
El boliviano Alex Ayala fue a las pequeñas poblaciones mineras de su país y habló con las mujeres, como hiciera hace décadas Galeano; desde Brasil, Claudia Antúnez habla del racismo, mientras la mexicana Mónica Ocampo escribe sobre las mujeres. «Así se fue configurando un libro que se abre con un perfil periodístico más biográfico y que tiene también recuadros y fotos», reveló el editor.
«Galeano no pidió para sí lo que no quiso para los demás, ni exigió a nadie nada que no se exigiera a sí mismo», recordó por su parte el cantautor catalán Joan Manuel Serrat. «Fue un tipo consecuente y lúcido. Su obra y su vida son un referente. En sus palabras y sus actitudes encontró el dolor consuelo, las dudas serenidad y el camino, la luz».
López Belloso dedica por su parte un capítulo a los traductores, quienes «habitualmente son personajes que quedan en las sombras, pero que son imprescindibles». La obra de Eduardo Galeano fue traducida a 29 lenguas por 130 profesionales, entre ellos alemanes, italianos, portugueses, ingleses y japoneses.
«Galeano, un ilegal en el paraíso» ya se distribuye en México, mientras en la segunda quincena de enero se presentará en Quito, en la sede permanente de la Unasur, y en marzo están previstas presentaciones formales en Uruguay y Argentina, aunque ya está también en librerías de estos países.
La obra «está integrada a la colección Galeano y tengo la sensación que los propios traductores, una vez que vean el libro van a querer traducirlo». «En cierta medida se genera un cierto vacío en los lectores que eran muy fieles», afirma López Belloso. (Tomado de La Jornada en línea).