Esperanza Pino Méndez y la docencia
Por Humberto Aguilar Del Moral*
La docencia es una de las actividades humanas mas complejas e importantes, por una parte lleva al individuo a construir de si mismo una mejor persona y por la otra le permite compartir las mejores luces de su investigación, de su conocimiento, de su pasión. Los maestros, los buenos maestros son aquellos crisoles en que se transforman los niños curiosos en comprometidos adolecentes estudiosos y éstos, en ciudadanos del mundo.
Por ello es indispensable preguntarse primero, ¿quién es la Maestra Esperanza Pino Méndez?, ¿qué ha hecho por el bien de la humanidad que hoy celebramos en su honor? Más aún, ¿porqué es un honor, un placer y una bendición conocerla?
Primero debo decir que es una apasionada de la literatura, la música y casi todas las expresiones culturales, debo reconocer que es una ferviente impulsora del talento juvenil, del trabajo intenso, del razonamiento objetivo. Es, sin lugar a duda luchadora social, promotora del juego limpio y de los resultados honestos. Para ser francos, debo también señalar lo que no es, y no es una maestra que apapache el desánimo, pues jamás se permitirá decir un «pobrecito, descansa un poco, ya has trabajado mucho, ya con eso podrías pasar» o cualquier frase similar. Por el contrario, diría ánimo, sigue, adelante, fuerza, valor, empuje, sigue, trabaja, sigue, lee, sigue, mejora, sigue, sigue, sigue, sigue, afortunadamente diría….. ¡sigue!
Y con esa filosofía de vida, ha conseguido que los jóvenes lean, aprecien la música, la buena música, el teatro, el cine. Ha conseguido que muchos adolescentes razonen, piensen, digan y actúen. No, no quiero, ni puedo decir que ha regañado a alguno de sus alumnos, pues si algún día lo hubiera hecho, tengo que reconocer que fue, innegablemente por el bien del alumno y quizá, solo quizá porque ese alumno lo merecía y después de algunos años, lo sigue agradeciendo.
Con esas consideraciones es indispensable reconocer a los buenos maestros, a los que inculcan y transforman la arcilla y la moldean con cultura, conocimiento y pasión.
He tenido el privilegio de tener buenos y excelentes maestros, algunos me dieron clases, otros me emocionaron con las ciencias, me intrigaron con la historia o me causaron vértigo y dolor de cabeza; algunos me dieron forma y maneras para presentarme como en esta ocasión, todos con aportaciones invaluables; la Maestra Esperanza Pino Méndez, Mi MAESTRA, me forjó como a muchos otros para darle aún más contenido a mi discurso, me permitió hablar de la música conociendo a los clásicos, me mandó a presentar autores, escritores, poetas y me mostró lo mejor y lo más complicado de sus obras, me enseñó a ver cine con un ojo crítico diferente; gracias a MI MAESTRA, el canto dejó los tonos huecos y tuvo contenido
Es un honor conocer a una de las mujeres que merecen el título de Maestra y por las que bien vale la pena festejar al gremio, si por cada alma transformada para mejorar le brindáramos un día, todo el año sería festejado en su honor.
Por su pasión, porque cree que podemos mejorar a nuestro amado país, porque tiene fe en los que somos sus alumnos, Maestra Pino, muchas gracias y muchas felicidades.
Sábado 30 de julio de 2016, en el marco del reconocimiento que recibió Esperanza Pino Méndez, en la Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil, Xalapa 2016.