Con su guitarra, este psicólogo alegra hospital y demuestra que la música es un «analgésico» contra el Covid-19

Javier Coss usa la musicoterapia para relajar el ambiente en el Hospital Juárez de México, donde personal de salud y pacientes están bajo mucha tensión y estrés, ante los casos de coronavirus. 

Los acordes de una guitarra, de canciones desde Caifanes a Silvio Rodríguez, sirven como analgésico para médicos, enfermeros y pacientes que luchan todos los días contra un enemigo en común: el covid-19, la enfermedad que ha dejado miles de muertes en el mundo.

En los pasillos del Hospital Juárez de México, el psicólogo Javier Coss usa la música como terapia para bajar el estrés y la tensión que viven los enfermos y el personal de salud, ante la pandemia del coronavirus.

“Llevo mi guitarra y empiezo a tocar música para los médicos, para las enfermeras, para los pacientes en la parte del pasillo, porque es una forma en la que puedo acompañar a los médicos, que, si bien no pueden dejar de trabajar o no pueden darse un espacio para salir, la intención es que con la música cambie el ambiente en el que se encuentran de tensión y si es posible se dé un momento de contemplación”, narra Javier Coss, quien trabaja en el hospital desde hace tres años.

Antes de que llegara la pandemia a México, Javier, junto con otros colegas psicólogos, se dedicaba a dar terapia tanto a pacientes externos como al personal de salud del Hospital Juárez; sin embargo, no había tenido la posibilidad de explorar la musicoterapia, un tratamiento que puede ayudar a la mente.

La música suena en los pasillos del Hospital Juárez, el cual se adecuó para tratar a pacientes con covid-19 y que, en las últimas semanas, a pesar de verse reducida la ocupación hospitalaria, el personal médico día a día sufre los estragos del estrés crónico, también conocido como síndrome de burnout.

Sin bien la musicoterapia no es la solución a los problemas del covid-19, es una terapia que ha funcionado para que el personal de salud pueda desarrollar sus actividades de forma más amena y le permita distraerse luego de las más de ocho horas que trabajan para salvar vidas.

“Muchas veces buscamos actividades para distraernos de lo que nos está pasando; lo que yo hago con la musicoterapia es volver a conectar. Se utiliza la musicoterapia, por ejemplo, para tener un estado más emocional, más afectivo. Se hace un trabajo de respiración de música grabada y con la música se utiliza como apoyo para que la persona pueda respirar y se deja acompañar con la música y pueda conectarse con sus emociones”, explica el terapeuta.

En ocasiones, no sólo es Javier el que toca la guitarra e interpreta la música. Un día, una enfermera le pidió su guitarra para tocar una canción mientras él la acompañaba con su voz.

“En alguna ocasión una enfermera me dijo ‘yo sé tocar la guitarra’, se la presté para que pudiera tocarla y yo canté una canción con ella como para justamente alivianar un poquito este estrés y que ella pudiera conectarse”, cuenta el terapeuta.

La música y el cerebro

La música activa hasta 36 áreas del cerebro, sincroniza redes neuronales, genera empatía, felicidad y al mismo tiempo liberación de dopamina, explica Eduardo Calixto, investigador del Instituto Nacional de Psiquiatría. Al escuchar música, destaca el especialista, se incrementa en 20 por ciento el desarrollo físico; además, genera liberación de endorfinas, uno de los factores naturales para calmar el dolor.

¿Qué melodías seleccionar para que las personas conecten con sus emociones?

Ayer me dijo un ave, de Caifanes, o Rabo de nube, de Silvio Rodríguez, suelen sonar en los pasillos del hospital. Esas canciones que hablan de la voluntad de seguir adelante, de enfrentar sus miedos, de enfrentar lo que está pasando.

Las canciones que interpreta Javier Coss, en sus palabras, “permiten ver otra perspectiva de la vida, cómo es esta búsqueda de no nada más poner música para amenizar sino sí seleccionar qué voy a tocar para que la gente se pueda conectar, para que mis compañeros se puedan conectar con esas emociones”.

Videollamadas, vínculo de pacientes covid con sus seres amados

La musicoterapia no es la única forma en la que Javier y el grupo de psicólogos del Hospital Juárez ayudan a los pacientes con covid-19 a sobrellevar la enfermedad. Como en otros países, el nosocomio permitió que los enfermos se comuniquen con sus familiares a través de videollamadas.

“Empezamos a hacer las videollamadas con sus familiares para que ellos puedan volver a lograr tener este vínculo emocional, afectivo, porque una vez que llega el paciente se aísla, los familiares no lo vuelven a ver hasta que sale”, explica Javier.

“Era importante tener este acercamiento ante esta sana distancia, teníamos que lograr este acercamiento emocional y afectivo con los pacientes, porque de alguna manera a ellos los va a ayudar a seguir motivados”.

Javier relata que cuando entró al área covid tuvo que cambiar toda su vestimenta, ponerse los guantes, la careta, el cubrebocas doble o triple, la bata y una vez que estuvo seguro y lo empezó a hacer, comenzó a perder el miedo.

“Tenemos que entrar a ver a los pacientes en el área covid, pero solamente las podemos hacer nosotros porque los médicos están haciendo lo suyo, las enfermeras también están saturadas y nosotros queremos brindar este espacio, sí fue miedo, pero lo teníamos que aceptar, decir ‘me está dando miedo entrar acá’”, reconoce.

Sin embargo, la alegría de los pacientes al reencontrarse con su familia, aunque sea de manera virtual, es la mayor motivación para el psicólogo.

Javier se siente orgulloso de trabajar en el Hospital Juárez de México porque gracias a esta pandemia se notó la importancia de cada uno de los servicios del nosocomio, antes le parecía que todo el mundo estaba aislado y que cada uno se encargaba de su lugar.

“Cuando te das cuenta todas, las áreas están conectadas, el paciente que estar en un tercer piso se conecta con un personal de archivo que está en una planta baja del otro lado del hospital, incluso en el área de estadística que también le llega ese tipo de expediente, realmente hubo una integración”, dijo.

El aislamiento, el mayor miedo para Javier

Para Javier, tampoco ha sido sencillo sobrellevar esta pandemia. Su mayor miedo es el aislamiento y la emergencia sanitaria provocó que la convivencia con su familia cambiara. El psicólogo cuenta que ha tenido que alejarse de sus padres y modificar la relación con sus hijos.

“Es mantener una distancia física, entonces puede decir como mis papás, mi hermano no los he visto. A mis papás principalmente a ellos sí no me he acercado a ellos físicamente, pero bueno por otro lado sí los veo vía virtual, sí podemos compartir, sí podemos llegar a otro tipo de reflexiones, justamente en estos encierros que hemos tenido cada quien en sus casas, sí cambia esa dinámica”.

El musicoterapeuta cuenta que esta pandemia lo ha reactivado más que mantenerlo aislado en un solo lugar porque todos los días tiene que moverse en el hospital o realiza proyectos personales que realiza desde casa, pero que lo han mantenido bastante activo.

*Tomado de Milenio