Lo acompañó el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien advirtió que “en esta área hay arriba de 200 túneles por la frontera. [Estamos] trabajando con el gobierno mexicano, tenemos una colaboración muy buena para tratar de erradicar estos túneles”.
Añadió que los gobiernos de Joe Biden, en Estados Unidos, y de Andrés Manuel López Obrador, en México, “estamos viendo de qué manera traer más seguridad. El problema es complejo, pero hay soluciones”.
Robinson señaló que el narcotráfico “está cambiando y nosotros tenemos que cambiar también”, a la vez que aludió al impacto del tráfico de opioides como el fentanilo, que afectan a comunidades en Estados Unidos y México.
“Tenemos que reconocer en Estados Unidos nuestra responsabilidad por [el tráfico de] armas y dinero que pasa la frontera hacia el sur”, destacó Robinson en español.
El gobierno mexicano demandó a fabricantes de armas estadounidenses, responsabilizándolos por vender sus productos a sabiendas de que terminarán en manos criminales en México, contribuyendo así a la violencia en el país.
Robinson recordó que como parte de un acuerdo bilateral, alcanzado en enero pasado, ambos países colaboran contra el narcotráfico, pero también reconocen que los daños a la salud pública y la violencia armada son problemas comunes que requieren de soluciones conjuntas.
“México y Estados Unidos estamos trabajando juntos para enfrentar los retos en la frontera y asegurar nuestras comunidades (…), para mejorar la situación económica”, subrayó el funcionario.
Agregó que “tenemos la oportunidad de trabajar más en conjunto de una manera mejor y diferente. Podemos expandir nuestra colaboración en seguridad y en el ámbito comercial y diplomático”.
Reconoció que “hay un enorme problema por las armas que cruzan hacia el sur, y por eso mis colegas de las agencias del orden colaboran más de cerca con sus contrapartes en México, para monitorear la situación y detener el flujo de armas”.
Esta semana, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) divulgaron que las muertes por sobredosis en Estados Unidos aumentaron en 2021 hasta superar los 100 mil fallecidos, la cifra más alta de la historia.
(Eluniversal)