¿Qué sientes sobre lo que sientes?
POR: Carlos Arturo Castro Batista
Aunque es una pregunta rara, he descubierto, junto con mis pacientes, que es una de las preguntas más importantes que deberíamos hacernos para ampliar nuestra inteligencia emocional y conocernos a nosotros mismos.
Conocí a una mujer de edad muy avanzada, que se había privado de salir con su familia, visitar lugares significativos o asistir a reuniones sociales, porque no se permitía sentir alegría después de la muerte de su esposo.
Si por un momento experimentaba emociones agradables como diversión o gozo, de inmediato volvía a su estado de duelo, sintiendo culpa y vergüenza por haberse reído o expresado con entusiasmo.
Por otro lado, algunas personas no se permiten experimentar la tristeza o la frustración.
¿Qué pasa con los atletas que renuncian a la competencia antes de comenzar, para no correr el riesgo de sentirse decepcionados consigo mismos? ¿Qué pasa con las personas que se ocupan en diferentes trabajos para no experimentar la soledad de un fin de semana?
¿Qué emociones te provocan tus emociones? ¿Te enoja sentirte triste? ¿Te limitas al expresar tu cariño, porque te sientes avergonzado al ser emocional?

Mientras escribo acerca de esto, me doy cuenta que estoy apuntando a un tema importantísimo: la validación emocional.
Validar la emoción de una persona -o de ti mismo- significa aceptar la emoción. No quiero decir con esto que deberíamos expresar todas nuestras emociones con la intensidad con la que las experimentamos, pero sí que es sano aceptar lo que estamos sintiendo. Hay tanta información sobre nosotros mismos, en cada emoción que vivimos. Está bien que sientas.
Tal vez no creciste en un entorno en el que validaran tus emociones. Quizá no era normal platicar acerca de lo que sentías, y únicamente te pedían un buen comportamiento. Qué bueno que lo conseguiste, pero tal vez has ignorado lo que sientes durante mucho tiempo, y al hacerlo, te has privado de una riqueza enorme que posees, pues tus emociones, en realidad, son benignas, son alarmas que tienen mensajes para ti.
Está bien que te sientas así.
Date la oportunidad de explorar lo que sientes.
Nuestro cuerpo y nuestros aprendizajes nos llevan a sentir de alguna o de otra manera. Entre más dialoguemos con nuestras emociones, más podemos comprenderlas, abrazarlas y gestionarlas.
Por eso te dejo la pregunta: ¿Qué emoción no te gusta sentir? ¿Te has preguntado porqué?
Consultas virtuales e información: 2281949951