Red de blaqueo millonario que conecta al PRI y al Cártel de Sinaloa
El caso de Murata muestra cómo las empresas fantasma han servido para desviar recursos públicos y lavar dinero proveniente del narcotráfico.
Aunque los niveles de corrupción claramente han bajado en el gobierno mexicano desde hace unos cuantos años, no hay duda de que siguen existiendo negocios turbios en las profundidades, tal como el que protagoniza la prestadora de servicios Murata, de la familia Ferrari, que aparentemente lavó una millonada proveniente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Cártel de Sinaloa.
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De acuerdo con una investigación del periodista Zedryk Raziel, en el diario ElPaís, la empresa Murata S.A. de C.V. recientemente fue identificada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) como una compañía fantasma que ha operado durante años como un eje central en una red de blanqueo de dinero que involucra a instituciones priistas y al Cártel de Sinaloa.
Según documentos fiscales y una investigación de la Fiscalía General de la República (FGR), la firma y sus propietarios participaron en desvíos de recursos públicos por más de 300 millones de pesos, además de lavar al menos 901 millones de pesos para la organización encabezada por Joaquín El Chapo Guzmán.
Fundación y vínculos de Murata
Respecto a los inicios de Murata, se tiene que la compañía fue fundada en 2014por Nino Paolo Ferrari Rodríguez, quien figura como accionista y representante legal; además, su padre, Mario Ferrari Gleason, es señalado por la FGR como operador financiero del Cártel de Sinaloa y colaborador directo de ManuelRodolfo Trillo Hernández, alias La Trilladora, quien fue acusado de financiar la fuga de El Chapo en 2015.
Al mismo tiempo, la investigación reveló que Ferrari Gleason utilizó prestanombres, incluyendo meseras de un restaurante Sanborns, para constituir empresas fachada que movieron cientos de millones de pesos en cuentas bancarias ligadas al cártel.
Casi a la par, Murata recibió más de 301 millones de pesos en contratos de diversas instituciones priistas, principalmente en Nuevo León. El gobierno estatal, durante la gestión de Jaime Rodríguez El Bronco, transfirió 227 millones de pesos a la empresa entre 2016 y 2019; y la alcaldía de Monterrey, encabezada por Adrián de la Garza, pagó 10 millones de pesos por servicios educativos que no fueron comprobados.
Murata y la conexión con el Cártel de Sinaloa
A nivel federal, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) brindó 18.5 millones de pesos a Murata en 2018, días antes de que Enrique Peña Nieto concluyera su mandato, por lo que estos pagos se consideran parte de la red de facturación falsa y blanqueo de recursos.
Por si lo anterior no fuera suficiente, la investigación de la FGR documenta cómo Ferrari Gleason y su socio, José Manuel Miranda Farías, constituyeron empresas fantasma para lavar más de 901 millones de pesos provenientes de la red de La Trilladora a otras firmas vinculadas al cártel.
Un dato a tomar en cuenta es que Murata también está vinculada a personajes implicados en delitos electorales y fraudes internacionales, como Eduardo Felipe Moisés Salomón y Salvador Campillo Talavera. (SINLINEA)