Tapadismo precoz
Las recientes declaraciones de Andrés López Beltrán sobre su interés en la Ciudad de México han desatado especulaciones que es necesario atajar.
Primero, porque el gobierno de Clara Brugada no ha cumplido ni tres meses, y es absurdo e inútil adelantar desde ahora un peligroso juego de sucesión que ensucie la vida pública de la ciudad.
Segundo, porque el gran problema de Morena es que, si bien ha construido una maquinaria electoral muy exitosa, hoy tiene al país —y a la ciudad— con problemas de gobernabilidad.
La inseguridad no disminuye, sino que se expande a nuevos territorios; el tema de las desapariciones no solo sigue sin ser atendido, sino que ni siquiera existe en el discurso oficial, tanto federal como local. Además, cada vez hay más indicadores que muestran que la economía mexicana enfrenta una desaceleración que colocará a las finanzas públicas en una situación delicada, producto de un pobre crecimiento en 2025.
Con estos problemas en la agenda, es un sinsentido enfocar la atención de los medios, la opinión pública y la clase política en estas agendas anticipadas. El tamaño de los desafíos exige atención plena y no desviar recursos en calenturas electorales prematuras.
Esperemos que la prudencia de todos prevalezca y que no se pierda el foco en los asuntos urgentes que ahora demandan toda nuestra atención.