Universidad Veracruzana: Hacer visible lo invisible, dar voz a quienes han sido silenciados por el dolor y la indiferencia, Dra. Reyna Hernández Colorado
Xalapa, Veracruz,. miércoles 6 de noviembre de 2024.-
PALABRAS DE BIENVENIDA, DIRIGIDAS POR LA DRA. MA. REYNA HERNÁNDEZ COLORADO. COORDINADORA GENERAL DEL PRIMER CONGRESO INTERNACIONAL DE INCLUSIÓN, EN LA USBI-XALAPA
Distinguida comunidad:
Es un honor recibirles en la Universidad, un espacio que remite a la existencia de un mundo libre de excomulgados. Aquí, todos anhelamos vivir en un entorno donde los seres humanos sean reconocidos únicamente por su humanidad, sin etiquetas ni estigmas, sin exclusiones ni expulsiones. Deseamos que todos puedan entrar y salir con una sonrisa.
Somos un grupo diverso de estudiantes y docentes, con plena confianza en el destino humano. Hoy, sin rigor, nos disponemos a explorar las raíces de la diversidad. Asumimos que la singularidad es una característica inherente a los seres humanos, a los fenómenos, a los hechos, en el entramado de relaciones que los definen. Pensar y dialogar sobre la diversidad nos invita a reflexionar sobre las diversas facetas de la realidad que nos rodea.
El concepto de diversidad requiere la reconceptualización de las diferencias individuales dentro de un discurso distinto, que entienda lo «diferente» como consustancial a la singularidad y variabilidad de lo humano, incluyendo sus aspectos éticos y políticos.
¡Biendenidos! Hoy, valoramos la inclusión. Sin embargo, la inclusión no es un estado alcanzado, como si pudiéramos decir “ya somos inclusivos”. La inclusión no es un logro final, sino un proceso dinámico que exige nuestra constante atención y esfuerzo, más allá de los cambios cosméticos de un curriculum.
En el marco de este Congreso Internacional, tenemos un propósito fundamental: hacer visible lo invisible, dar voz a quienes han sido silenciados por el dolor y la indiferencia. Queremos que las voces sean escuchadas, que los derechos sean respetados y que las vidas sean dignificadas. Que nadie quede en el olvido.
Hoy, transformamos la compasión en acción. El respeto a los derechos humanos no es una opción, sino un imperativo. No vemos estadísticas, sino personas con historias, dignidad y nombre.
La inclusión exige que todos, sin excepción, tengamos acceso a la justicia, a la atención integral, al acompañamiento emocional y psicológico. Es un derecho fundamental de todas las personas, sin importar su género, orientación sexual, origen étnico, condición social o cualquier otra diferencia.
Cada vida cuenta. Cada historia merece ser conocida y, sobre todo, respetada.
Gracias por responder a la convocatoria de este Congreso Internacional de Inclusión. Somos estudiantes y académicos de diversas dependencias: el Instituto de Psicología y Educación, el Instituto de Investigaciones Cerebrales, la Facultad de Idiomas, el Centro de Investigaciones Tropicales… pero somos más que eso. Nos une nuestra cátedra en el Sistema de Enseñanza Abierta, y desde allí somos más, junto a un nutrido número de alumnos y alumnas. Juntos evocamos el «Confieso que he vivido» de Pablo Neruda:
«Quiero vivir en un mundo en el que los seres humanos sean solamente humanos, sin darse en la cabeza con una regla, con una palabra, con una etiqueta… Quiero que la gran mayoría, la única mayoría, todos, puedan hablar, leer, escuchar, florecer. No entendí nunca la lucha sino para que ésta termine».
¡Gracias!