Gana Claudia Sheinbaum el tercer debate presidencial
POR: Luis Gerardo Martínez García*
Máynez, Gálvez y Sheinbaum llegan en tiempo y forma para debatir; los moderadores también, e incorporan a una tercera. Los tres presidenciables leen, y leen rápido, en teleprónter (esa pantalla-monitor que les permite de apuntador visual); eso siempre les demerita su calidad académica y argumentativa de convencimiento a la ciudadanía.
El tercer debate se caracteriza por tener un formato diferente: leen las respuestas de las preguntas que los propios presidenciables se autoformularon. Es un debate-informativo-calumniador.
Máynez se resguarda en el falso argumento “soy el único que…” pero no logra posicionar un “tercer proyecto de nación” que en otras ocasiones ha peleado, como para alcanzar un tercer pódium; no sabe hacia donde dar el oro palo de ciego: pelea y defiende con Xóchitl y lo hace igual que con Claudia. Máynez aun no tiene claro qué quiere como presidenciable. Éste asciende a segundo lugar en el debate.
Gálvez vuelve a atacar, calumniar y recurrir a fuentes débiles para “argumentar” sus dichos. No da un dato, una idea, ni un argumento nuevo, es su participación un refrito del refrito que se convirtió el segundo debate. La presidenciable no presenta una sola propuesta en dos horas del debate presidencial. La revelación de Gálvez es que Mario Delgado está vinculado al crimen organizado, investigado por el gobierno norteamericano. Gálvez vuelve a caer en la práctica del no-debate; el debate lo malentiende como pelea, confrontación y provocación. El pleito y la politiquería le acomodan bien para tratar de camuflajear la política corrupta e hipocresía de los partidos políticos que la cobijan: PRI, PAN y PRD. Gálvez cae hasta el tercer lugar.
Sheinbaum, también corre en su lectura rápida. A la defensiva alude a los logros de López Obrador y de los suyos en CDMX. No cae en provocaciones, tampoco cae en el juego comodín de Máynez. Jóvenes uniendo a la nación es una propuesta para sacar a los jóvenes de la delincuencia organizada. Proactiva en su participación; reactiva cuando la ocasión lo amerita, con respecto a los señalamientos de Gálvez. La capacidad académica de Sheinbaum le permite debatir, pero no encuentra interlocución con ninguno de los dos.
En este ping pong veloz, Claudia Sheinbaum gana el tercer debate presidencial.
PD.- El formato de los debate debe cambiar, donde la autoridad electoral no permita los berriches de los candidatos para empobrecer este proceso. El formato de los debates si, deben ser consensados en pro de la democracia, con la participación y propuestas de los partidos políticos y también de los ciudadanos. Estos eventos deben ser debates verdaderos; y si no, que se eliminen, porque tal parece que no tienen funcionalidad.
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