Jorge Luis Borges y el Tango
René Sánchez García*
Como todo el mundo lo sabe, el escritor argentino Jorge Luis Borges (1899-1986) es considerado como el más destacado de los autores de la literatura universal del siglo XX. Su obra escrita sigue siendo polémica hasta nuestros días, pues sólo una mente tan privilegiada como la de él, pudo haber mezclado en cada uno de sus escritos, cuentos, novelas, ensayos, poesías y narraciones, toda una serie de “ontologías fantásticas, genealogías sincrónicas, gramáticas utópicas, geografías novelescas, múltiples historias universales, bestiarios lógicos, éticas narrativas, matemáticas imaginarias, dramas teológicos, invenciones geométricas y recuerdos inventados”. Por ello quien lo lee, cierra de inmediato el libro y abandona la lectura; o bien, se recrea tan a profundidad, que en cada relectura que realiza, encuentra siempre algo nuevo e interesante que no leyó en la primera vez. Esa es la magia del pensamiento de Jorge Luis Borges.
Acaba de aparecer en todas las mejores librerías de nuestro país, una obra inédita de este autor universal, que lleva por título: El Tango. Cuatro conferencias, se trata de un volumen de 151 páginas, publicado por Lumen Editores. Resulta que Borges dictó en el mes de octubre del año de 1965, cuatro magníficas conferencias que permanecieron en el total de los olvidos, hasta que en el año de 2012 son rescatadas (en casetes grabados) por un poeta, mismo que los revisa de manera especial y entrega de forma escrita a María Kodama (esposa del escritor) para que autorice la publicación en el mes de junio en Argentina. Aquí Borges hace un recorrido histórico del tango (baile y música emblemática de la gente pobre de campo y de barriada del Río de la Plata, que nada tiene que ver con la finura y exquisitez del tango de Carlos Gardel). En estas cuatro pláticas se da a la tarea de develar todos los símbolos, mitos y lírica, para así entender sus verdaderos orígenes.
El escritor mexicano Marco Antonio Campos, menciona acerca del libro El Tango. Cuatro conferencias, lo siguiente: “Las conferencias son muy bellas, pero Borges no es ni pretende ser un experto ni estudioso del tango, sino alguien que lo ha sentido muy próximo, alguien que lo ha oído mucho más de lo que lo ha leído”. Lo hermoso de este libro es que no se escucha a un Borges académico, sino a un Borges: “más íntimo, donde oímos más al hombre, como si estuviéramos en un café u oyéndolo en sobremesa. No en balde, por eso, como si fuera una conversación, en las conferencias no faltan digresiones, repeticiones y anécdotas personales”. Merece atención que el Tango no se quedó para morir en la Argentina, sino que pasó a Europa y a Estados Unidos en la primera década del siglo XX, donde se da la paradoja aun sin entender de cómo una música y un baile nacido en prostíbulos, haya llegado hasta París, donde la música es considerada una de las Bellas Artes Universales.
Invito a mis queridos lectores a leer este maravilloso libro de Jorge Luis Borges, para criticarlo o para documentarse, y así tener tema de conversación en una próxima reunión de café con amigos y amigas.
Sagare32@outlook.com
*Colaboración