Las consecuencias económicas, en México, del conflicto entre rusos y ucranianos

Pese a que el enfrentamiento entre las tropas rusas y ucranianas solo ha dejado devastación a su paso, se han generado efectos inesperados en la economía mexicana

Las hostilidades entre las tropas rusas y ucranianas han generado efectos mixtos al interior de la economía nacional, ya que en un primer momento se vio afectada por las presiones inflacionarias generalizadas, pero a largo plazo se ha visto beneficiada por el reordenamiento comercial.

A dos años de que el conflicto entre Rusia y Ucrania escalara en una proporción no vista previamente, las afectaciones económicas y comerciales directas e indirectas a nivel global figuran incalculables gracias a la manera en que el mundo está vinculado.

Tal es la complejidad de la colaboración entre naciones, que los bombardeos en Donetsk y Lugansk llegaron a generar una influencia negativa en los precios de bienes y servicios al interior del territorio mexicano, pero también han incentivado la llegada de empresas de todas las latitudes del mundo a la franja entre Baja California y Tamaulipas, posicionado al país en el centro de las operaciones industriales y logísticas globales, coinciden analistas en entrevista para Reporte Índigo.

Por ejemplo, Mario Campa, especialista en política pública y análisis macroeconómico, considera que “Para el caso mexicano sí se importó cierta inflación, de un día para otro tuvimos cambios en los precios de los granos y el gas natural en un primer momento del conflicto; luego, en este segundo año, ya hay más afectaciones por el lado de la actividad económica que se ha desacelerado a nivel internacional, sin embargo, esta guerra tiene como consecuencia cierta reubicación de las cadenas de producción, y es ahí donde el país se ha visto beneficiado”.

Por otro lado, José Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM, agrega que “ A dos años del conflicto, lo que ha dejado es, sin duda, un movimiento importante en la política monetaria del país, que incluso generó una apreciación de la moneda nacional frente al dólar.

En conjunto, todos los factores expuestos anteriormente han provocado que, pese a que México llegó a registrar una inflación acumulada de 8.7 por ciento seis meses después de que iniciaran las hostilidades dentro de Ucrania, el registro más elevado en los últimos años según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); actualmente el peso sea de las monedas más apreciadas de entre el grupo de economías emergentes más importantes y se tenga una expectativa de inversión de hasta 11 mil millones de dólares durante los próximos tres años, estima la Secretaría de Economía(SE).

Y es que, tal como señalan organismos internacionales, instituciones financieras y analistas, la solución a la interrupción en las cadenas de producción y proveeduría globales magnificada por el conflicto bélico ha sido acelerar el proceso de relocalización económica y comercial hacia los mercados más atractivos, cuestión por la que empresas de transporte, infraestructura y hasta energía desean posicionarse en México.

Paradójicamente, uno de los principales riesgos que la economía nacional enfrenta, y que derivaría en no poder continuar ofreciendo condiciones óptimas a empresas e inversionistas es que el conflicto escale, ya que complicaría la labor que Banco de México ha realizado para contener las presiones inflacionarias, cuestión que regresaría al país a los mismos parámetros que se vivieron hace más de un año, cuando la guerra dejó ver sus efectos de manera más intensa dentro de la economía nacional.

¿Qué se espera a futuro para el país si la guerra continúa?

A pesar de que el conflicto bélico ruso-ucraniano ha provocado un encarecimiento global de los cereales, y de que, como producto del alza en los precios de los energéticos ocasionada por las sanciones a la nación liderada por Vladímir Putin, la Unión Europea esté al borde de la recesión, no se prevé que  la guerra vaya a concluir a  mediano plazo; ya que apenas días atrás el Senado estadounidense aprobó un nuevo paquete económico de ayuda para Ucrania, además de que se alista el décimo tercer paquete de sanciones hacia entidades y personajes rusos.

Al respecto, los analistas consultados por este medio señalan que, a mediano y largo plazo, diversos impactos adicionales a la economía nacional podrían presentarse desde el principal aliado de Ucrania, que es Estados Unidos; ya que en su agenda comercial o en su postura diplomática una vez pasadas las elecciones, podría mostrar el descontento por el hecho de que México no muestre una condena más álgida ante lo que la economía más grande del mundo considera “una invasión rusa”.

  • Reporte Indigo