La contaminación por residuos de plástico provocará una metástasis económica
Las estimaciones proponen que para la mitad de este siglo se triplicarán los desechos plásticos que contaminan nuestro planeta ante la ausencia de medidas contundentes para intensificar la práctica del reciclaje y la sustitución insumos para la producción
Los costos económicos que la contaminación por residuos plásticos va a generar a futuro proponen un escenario insostenible para entes públicos y privados, cuestión que puede llegar a comprometer la continuidad de las actividades productivas y comerciales en todo el mundo.
La contaminación escalará sus dimensiones para 2050, ya que las proyecciones indican que los residuos plásticos crecerán tres veces más que la población mundial; además, los desechos provenientes de las economías de ingreso alto aumentarán en casi 70 por ciento, de 770 millones a mil 300 millones de toneladas, y la cantidad generada por las economías de ingreso medio se duplicará, pasando de 520 millones a mil 200 millones de toneladas para mitad de siglo, de acuerdo con el último informe del Banco Mundial (BM).
Sin embargo, no solo se trata de una cuestión medioambiental, ya que la implicación económica de dichos desperdicios podría ser hasta 10 veces mayor para los países de ingresos bajos, a pesar de que su consumo es casi tres veces menor, en términos per cápita, comparándolos con los de renta alta; pues se calcula que el precio de un kilogramo de plástico ronda los 150 y 200 dólares en las naciones pobres o en desarrollo, un precio ocho veces más caro que los 19 dólares por kilogramo que se pagan en naciones ricas, se expone en el análisis ¿Quién paga por la contaminación por plástico?, elaborado por la World Wildlife Fund (WWF).
Lo anterior deriva en que el gasto en tratamiento de residuos plásticos también refleje una desigualdad estructural, donde las naciones pobres invierten una cantidad de ingresos menor para poder resolver el problema de la contaminación aunque requieran un mayor desembolso gracias al atraso tecnológico que viven, señala el BM.
El sector pesquero figura como un ejemplo ilustrativo de la problemática en la que convergen la contaminación plástica, el medio ambiente y la economía; ya que el impacto de microplásticos en especies marinas comerciales para el consumo humano se encuentra presente en, al menos, 20 por ciento de 700 muestras analizadas por Greenpeace, dañando el ecosistema marino y afectado a los consumidores que hacen uso de ese tipo de alimento, explica en entrevista para Reporte Índigo Gustavo Ampugnani, Director ejecutivo en del organismo en México.
Al respecto, Ampugnani advierte que, de no frenar la producción y consumo de plástico sin ningún tipo de control, para 2050 “vamos a tener más plástico flotando en el océano que especies marinas, además de que los costos serán abrumadores”.
En algunos casos el reciclaje no es una opción
A pesar de los efectos negativos que implica el uso del plástico, para los consumidores y el medio ambiente, existe una paradoja al no poder dejar utilizarlo como uno de los principales insumos para la creación de mercancías, cuestión que incluso se intensificó con la pandemia, explica Gabriela Jiménez, académica del Instituto de Ecología de la UNAM.
Jiménez señala que “nos estamos volviendo plástico, hay sectores que no pueden dejar de usarlo, uno de ellos es el médico que no tiene opción de reciclar, así hay varias industrias que no pueden sustituirlo por cuestiones sanitarias, además no es lineal de uno por uno, es de uno por 10, se multiplica exponencialmente. Habrá un cambio cuando se pueda sustituir en esas industrias”.
Al problema se suma el hecho de que 40 por ciento de los plásticos son de un solo uso y están presentes en prácticamente cada espacio de la economía, como platos, plumas, adornos, por mencionar; además de que se les añaden sustancias tóxicas para darles ciertas características, lo que dificulta su reciclaje, dada la necesidad de una separación por sustancias, abunda Ampugnani.
En ese sentido, se calcula que en 2019 sólo se lograba reciclar el nueve por ciento de los plásticos y actualmente alrededor del 60 por ciento de la producción mundial se destina a productos de un solo uso, alerta la WWF.
Contaminación y el escenario mexicano
El escenario nacional no muestra un comportamiento diferente a lo que sucede a escala global, ya que diversos organismos internacionales posicionan a México entre las 15 naciones que más generan basura, incluso situándose como la nación que tiene el problema más agudo en América Latina.
Al respecto, en 2022 los costos totales por agotamiento y degradación ambiental en el país ascendieron a 1.2 billones de pesos, monto equivalente a 4.1 por ciento del Producto Interno Bruto(PIB) nacional, sin embargo, los gastos en protección ambiental del sector público apenas concentraron casi 0.2 billones de pesos, monto similar a 0.7 por ciento del PIB, según el último informe del Instituto Nacional de Geografía (Inegi).
“Entonces este problema, si ya de por sí es abrumador, para México es mucho más grave“, concluye el directivo de Greenpeace.
-Reporte Indigo