Arcadia portuguesa (Antología) (reseña)
Héctor M. Magaña
La poesía tiene un papel importante en nuestra sociedad. Aunque son pocos los momentos en que se ve la utilidad de la poesía en el panorama político. La antología poética Arcadia portuguesa (Cien del Mundo, 1995) presenta una colección de poetas que Jorge Ruedas de la Serna ha seleccionado y traducido de dos árcades portugueses (Pedro Antonio Correia Garçao y Filinto Elisio) y dos brasileños (Tomás Antonio Gonzaga y Claudio Manuel Da Costa). Ambas naciones experimentaron con la arcadia poética no un simple escape del mundo por una era idílica y sencilla, sino que propusieron una suerte de utopía, un contraste que sirvió para hacer denuncia social.
La poesía de los árcades portugueses fue una voz de resistencia frente a los abusos despóticos de José I de Portugal (1714-1775) y el ministro en turno de la época: el Marqués de Pombal (1699-1782). Eso, sumado al terremoto de 1775 y los Proceso de los Távora, provocaron en estos poetas un deseo de denuncia frente a los excesos políticos de su época. Por otra parte la arcadia brasileña fomentó una identidad nacional propia frente a la imposición portuguesa, creando un espacio para que crecieran deseos de independencia. Por ejemplo, el poeta Tomás Antonio Gozanga fue acusado de estar involucrado en la conspiración Minera (1789), la cual tenía como objetivo establecer la independencia de la provincia de Minas Gerais.
Así este pequeño libro de poemas bucólicos esconde el espíritu de resistencia, denuncia y revolución. Un libro de poetas “para quienes el ser y la naturaleza de lo arcádico dependían del juego ambivalente entre un mundo primitivo de carácter utópico y otro altamente refinado”.