La policía y sus reformas

Héctor M. Magaña

Ricardo Pérez Ricart, investigador del CIDE e integrantes de la Comisión para el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico (COVeH), en su columna de Sin embargo ha abordado los temas de seguridad que conciernen a la Ciudad de México. El panorama político actual tiene como tema principal la reducción de la delincuencia en la ciudad capitalina, un logro de Morena que servirá a Claudia Sheinbaum en su candidatura y que el candidato a futuro  jefe de gobierno abordará.

Lo novedoso en las elecciones a los candidatos a jefes de gobierno es que muchos de ellos estuvieron relacionados con las fuerzas policiales, por lo que el interés sobre la relación entre el gobierno y las fuerzas policiales no es gratuita. En sintonía con ello, Pérez Ricart se propone a mostrarnos lo que los datos muestran sobre las reformas gubernamentales y policiacas que dieron origen a la famosa disminución de delitos en Ciudad de México.

Para comprender el fenómeno de seguridad en Ciudad de México, Ricart aborda los cambios cruciales en las políticas en tres pasos: (1) La mejora en recursos humanos de los cuerpos policiales, (2) actividades de investigación directa en lugar de actividades de prevención y (3) la coordinación “con otras instancias de la ciudad en desarrollar planes para la atención, prevención y reinserción de jóvenes en situaciones de riesgo”.

¿Qué podemos decir a profundidad sobre estos puntos? En primera instancia que la nueva política de seguridad no previene únicamente, sino que se también investiga las causas reales y por ello es necesario que la policía coopere con otros proyectos de la ciudadanía y eso incluye desde los programas para comprender la violencia machista y de género hasta la  mejora de salarios y el aumento de mujeres en el cuerpo policial.

El próximo jefe de gobierno debe entender que la seguridad no es solo una institución que funciona como una isla, sino que, el cuerpo policial está metido hasta el cuello en las circunstancias. Circunstancias que implican delitos, situaciones de riesgo y de prevención, pero sobre todo equidad e igualdad a la hora de atenderlas.