Oleada de protestas
Masacre en hospital de Gaza incendia el mundo islámico
AGENCIAS
CDMX
La matanza de cientos de civiles, el martes en un hospital de Gaza, ha desatado una ola de protestas que recorre el mundo islámico con una marea de solidaridad con la causa palestina sin precedentes recientes. Las manifestaciones contra un ataque atribuido unánimemente a Israel en las naciones musulmanas ―el Gobierno de Benjamín Netanyahu defiende que el impacto se debió a un proyectil del grupo Yihad Islámica― se han extendido desde Pakistán y Turquía hasta Egipto y Marruecos. En estos dos últimos países, con los que mantiene relaciones, el Estado judío ha ordenado la evacuación de sus diplomáticos ante la amenaza de un asalto a sus legaciones. Irán ha llamado a los países de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) a imponer sanciones, como un embargo de petróleo, a Israel.
Las manifestaciones, que estallaron en la misma noche del martes en los países musulmanes, se han reproducido este miércoles ante la Embajada de Israel en Amán, ante la Embajada de Estados Unidos en Beirut o en las universidades de El Cairo. Tanto en la capital egipcia como en la de Marruecos, los diplomáticos israelíes han recibido instrucciones del Ministerio de Exteriores desde Jerusalén para evacuar las legaciones ante el riesgo de que se produzca un asalto durante las manifestaciones.
El Gobierno de Rabat, estrecho aliado del israelí tras haber normalizado relaciones en 2020 al amparo de los llamados Acuerdos de Abraham, auspiciados por EE UU, autorizó el domingo una multitudinaria marcha de protesta en Rabat contra los bombardeos de Israel en Gaza. Miles de marroquíes se manifestaron también el martes en la capital del país, y en Tánger, Casablanca o Marraquech, tras la mortífera explosión en el hospital gazatí.
En todas las representaciones israelíes en el exterior se ha recibido una alerta de seguridad, según ha informado este miércoles el diario Yediot Ajronot. Las medidas implican un refuerzo de la vigilancia en embajadas y consulados, acompañada de una restricción al máximo de los movimientos de su personal, así como el traslado de los diplomáticos a países considerados seguros.
También en Egipto, el presidente, Abdelfatá al Sisi, afirmó que el ataque contra el hospital Al Ahli al Arabi de Gaza fue más allá de “una acción militar contra Hamás” y forma parte de una política de “limpieza étnica (…) para expulsar a los palestinos de su tierra”, en concreto a través de la frontera egipcia, informa Efe. “Esto no es aceptable para nadie, además de poner en peligro la estabilidad de nuestro país”, advirtió el mandatario egipcio en presencia del canciller alemán, Olaf Scholz, de visita oficial en El Cairo. Egipto teme que una diáspora masiva de exiliados palestinos en la península de El Sinaí pueda convertirse en base de operaciones militares contra Israel. Al Sisi también alertó ante un eventual desplazamiento de población de Cisjordania hacia la vecina Jordania.
Mientras tanto, Irán ha reclamado en Yedá (Arabia Saudí) a la Organización de Cooperación Islámica que imponga sanciones económicas a Israel, como un embargo de petróleo, tras la tragedia ocurrida en el hospital de Gaza. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no tiene previsto celebrar una reunión extraordinaria para tratar esta petición, según informa la agencia Reuters. En 1973, tras la Guerra de Yom Kipur lanzada por Egipto y Siria contra Israel, Arabia Saudí lideró en el seno de la OPEP un embargo de petróleo a los países occidentales por su apoyo a los israelíes.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, amenazó desde Teherán a Israel con una “dura venganza” de los países musulmanes, tras denunciar el ataque contra el hospital de Gaza al término de una gran manifestación de protesta en una jornada de luto. “El comienzo del fin del régimen sionista ha llegado”, enfatizó el mandatario iraní, quien acusó a EE UU de ser cómplice con los crímenes de guerra israelíes.
La reunión urgente en Yedá de la OCI fue además escenario de una acusación del ministro de Asuntos Exteriores palestino, Riad Malki, contra Israel. El diplomático aseguró que el hospital Al Ahli al Arabi de Gaza ya sufrió el lunes un “ataque de advertencia israelí” para que se desalojara el centro sanitario. Turquía, Egipto, Siria e Irak también han declarado jornadas de luto por la tragedia registrada en el hospital gazatí.
Las manifestaciones de protesta en Pakistán e Indonesia, los principales países musulmanes de Asia, han sido también multitudinarias. La noche anterior, las marchas y concentraciones ya mostraron una explosión de indignación de la calle árabe poco después del ataque al mencionado hospital de Gaza, que ha causado 471 muertos, según el Ministerio de Salud gazatí. La matanza generó protestas con marchas improvisadas en países de la región de Oriente Próximo, pero también en otros más alejados como Túnez. En algunas de ellas se produjeron brotes violentos y disturbios ante las embajadas de EE UU o Israel y en medio de la condena de la masacre de gobiernos habitualmente remisos a pronunciarse de forma tan contundente contra Israel.
Un hospital de Gaza fue la noche del martes el escenario de una de esas tragedias que cambian el curso de una guerra. Al menos 500 palestinos han muerto, según las autoridades de la Franja, en un bombardeo israelí a Al Ahli al Arabi, un hospital en el corazón de la capital que estaba repleto tanto de pacientes como de personas que se refugiaban de los ataques aéreos. El ejército israelí, por contra, replica que la explosión fue fruto de un “lanzamiento fallido” de cohetes por parte de la Yihad Islámica. De confirmarse la autoría israelí, la tragedia del hospital gazatí sería una de las mayores matanzas jamás causada por un bombardeo de su ejército. La masacre da un vuelco a la visita que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, efectúa este miércoles a la zona para negociar la entrada de ayuda humanitaria a la Franja ante el agotamiento del agua, la electricidad y el combustible por el “cerco completo” decretado por Israel. Una matanza menor en un recinto de la ONU en Líbano llevó en 1996 al entonces primer ministro israelí, Simón Peres, a poner fin a la Operación Uvas de la Ira.
Las imágenes procedentes del lugar muestran a decenas de cadáveres trasladados al hospital Al Shifa, también en la capital. Al Jazeera ha difundido un vídeo que recoge el momento de la enorme explosión. El número de muertos en los 11 días de bombardeos ya superaba los 3.000, casi un tercio de ellos son menores, según datos del Ministerio de Sanidad.
El ejército israelí ha señalado que el análisis de sus “sistemas operativos” muestra el lanzamiento contra Israel de “una descarga de cohetes enemigos” que “pasó a través de las cercanías del hospital cuando fue alcanzado”. Y responsabiliza del impacto a un disparo fallido de la Yihad Islámica, sobre la base de “información de inteligencia” proveniente de “varias fuentes”. “Que el mundo entero lo sepa: los terroristas bárbaros de Gaza son los únicos que atacaron el hospital en Gaza, no el ejército”, ha reaccionado el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
La noticia ha encendido las calles en el mundo árabe y musulmán. En la parte palestina de Jerusalén y en ciudades de Cisjordania como Nablus, Ramala y Belén, decenas de personas se manifiestan pidiendo la dimisión del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas. Las fuerzas de seguridad están respondiendo con gases lacrimógenos y granadas de ruido para dispersar a los manifestantes. En Estambul, Amán y Beirut, miles protestan frente a las representaciones diplomáticas israelíes. Abbas canceló el encuentro a cuatro que tenía previsto celebrar este miércoles con Biden, el rey Abdalá de Jordania y el presidente egipcio, AbdelFatá Al Sisi. Posteriormente, el rey Abdalá anuló la reunión y Biden quitó Amán de su itinerario.
Al Jazeera ha emitido un discurso en el que Ismail Haniya, líder de Hamás, llama al “levantamiento” de todos los palestinos en el mundo y pide al resto del mundo árabe y musulmán que se sume a las protestas. “Estamos ante la escritura de la historia”, ha añadido Haniya, que ha reclamado una condena de EE UU y la comunidad internacional contra esta “matanza generalizada”. Jaled Meshaal, el exlíder de Hamás que vive en Qatar, ha pedido concentraciones ante las distintas representaciones diplomáticas de Israel.
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha condenado “enérgicamente” el ataque contra el hospital, que gestiona la Iglesia Episcopal Anglicana de Jerusalén. Tedros ha pedido la “inmediata protección de civiles y los centros sanitarios”, así como la anulación de la orden de evacuación israelí de la mitad norte de Gaza, que ya han seguido 600.000 de sus 1,1 millones de residentes.
Hay, además, otros 400.000 desplazados, principalmente en hospitales y escuelas de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA, en sus siglas en inglés). Es el caso de los muertos en el bombardeo. Una parte ha perdido sus casas y otra se ha trasladado a lugares que considera más seguros frente a los ataques.
También han expresado su repulsa Jordania, Egipto, Qatar y la Liga Árabe. El jefe de esta última organización, Ahmed Aboul Gheit, ha pedido a Occidente que “haga parar inmediatamente la tragedia en la Franja”, mientras que el rey de Jordania habla de “masacre” y “crimen de guerra”. La diplomacia catarí ha definido de “escalada peligrosa la ampliación de los ataques israelíes a hospitales, colegios y otros centros de población”. El emirato, con una ambiciosa política exterior y conexiones tanto con Estados Unidos como Hamás, lleva a cabo tareas de mediación para alcanzar un acuerdo que permita la entrada de ayuda humanitaria a la Franja.
-El Heraldo de Veracruz