Permanente (Parte2)
Por Irasel Negrete Ronzón
La enseñanza es más que impartir conocimiento, es inspirar el cambio. El aprendizaje es más que absorber hechos, es adquirir entendimiento – William Arthur War
Dando continuidad al artículo anterior, en donde hablaba de las características que distinguen a los docentes que se vuelven parte de nuestra memoria y cuyas enseñanzas se recuerdan con cariño por marcar una diferencia en nuestra educación a través de un trabajo comprometido basado en la idea de despertar en sus alumnos la motivación por aprender, continuaré resaltando los puntos que me parecen claves para lograr trascender así como actividades que he puesto en práctica que retomé de mis maestros o construí con base en mi experiencia.
Además de ser una persona preparada y conocedora de los contenidos a impartir, un docente debe manejar estrategias innovadoras que logren que los estudiantes se enamoren del conocimiento y disfruten de aprender, para ello, deben saber despertar la curiosidad de sus estudiantes, hoy en día pareciera que los niños y jóvenes han perdido su capacidad de asombrarse; en ocasiones, están tan metidos en la tecnología que se olvidan de disfrutar lo que les rodea y peor aún de tener curiosidad por saber más, dejando de lado habilidades tan valiosas y necesarias como la indagación, el cuestionamiento, la investigación; una actividad que he puesto en práctica y que me ha sido de mucha utilidad a lo largo de mi trayectoria ha sido el “Foro abierto” estrategia que he nombrado así, donde cada estudiante tiene la libertad de averiguar sobre algún tema de su interés y lo comparte con el grupo, eso despierta su curiosidad y los motiva a investigar además de que les enseña a compartir y a hablar frente a un público fortaleciendo así sus habilidades comunicativas.
Aunado a que los chicos desarrollen la capacidad de asombrarse, nosotros los docentes tenemos la tarea de hacer las clases amenas, si bien, nuestra función no es entretenerlos, si se requiere que los profesores salgamos de nuestra zona de confort para atraer la atención de los alumnos. Recuerdo con entusiasmo a los maestros que nos hacían las sesiones divertidas, empezaban las clases con juegos o pequeños retos que nos hacían activarnos, otros más llevaban material visual o invitaban a personas especializadas en ciertos temas para que compartieran con nosotros sus vivencias lo que le daba otro sentido a nuestro aprendizaje y enriquecía nuestros días. Si las ideas no nos vienen a la mente, hay muchos foros y páginas de internet en donde podemos encontrar formas para reinventarnos y dar un nuevo giro a nuestra práctica, estoy segura que si nosotros nos podemos divertir enseñando, los chicos también disfrutarán aprendiendo y de esta forma todos podemos pasar un rato agradable mientras el conocimiento se genera.
El punto anterior me lleva al siguiente, debemos educar a nuestros alumnos a pensar, a cuestionarse, a dudar, a proponer, a argumentar, etc., y esto lo podemos lograr por medio de juegos que los activen al inicio de la clase y por supuesto con los proyectos educativos que engloban cada tema, si logramos que los estudiantes disfruten sus clases, de manera guiada podemos lograr que desarrollen las destrezas necesarias para continuar aprendiendo por su cuenta, aplicando la lógica y el razonamiento, es decir, fomentando el pensamiento crítico el cual les será de gran utilidad durante su vida.
Otro aspecto que es sumamente relevante en la educación para que sea significativa es el hecho de que lo que enseñemos tenga una aplicación, demostrarles que lo que aprenden es útil es un hecho decisivo para que los alumnos se interesen por aprender, ¿y cómo hacer esto? Algunas sugerencias que podemos incluir en nuestros proyectos son: experimentos, excursiones, prácticas de campo, etc., sé que no todo se puede llevar tal cual a la práctica pero muchos temas sí y los que quedan fuera de esto se pueden vincular con otros para que noten la interrelación de todos los saberes, de ésta manera los educandos comprobarán que lo que aprenden les será útil de una u otra forma.
Algo que reconozco de mis grandes maestros y quienes ahora como su colega se convirtieron en mis ejemplos es el haberme guiado a formarme hábitos de estudio de manera que yo pudiera continuar aprendiendo por mi cuenta y logrando los objetivos que me planteara lo cual consiguieron manteniendo una zona de trabajo adecuada para el mismo, limpia y con reglas específicas, implementando rutinas de trabajo con objetivos definidos (plan de trabajo) y motivándonos, de manera directa ( a través de frases o palabras de aliento) o indirecta (al notar el éxito en el logro de los propósitos)
Por último, como siempre lo he afirmado, los mejores maestros son los que enseñan con pasión, los que educan en valores, son justos, optimistas y dinámicos y que a través de sus acciones son un ejemplo para sus alumnos, esos son los maestros que se quedan grabados para siempre.