Voces de la educación
Por Ariel López Alvarez*
sábado, 7 de abril de 2018
En mi calidad de aficionado a la lectura de Voces de la educación, quisiera pensar en el gusto por este proyecto académico, que se ha venido consolidando a través de un equipo editorial nacional e internacional, a lo largo de dieciséis años, con el propósito de publicar desde Xalapa una revista electrónica de apoyo al quehacer educativo de docentes e investigadores, así como de atención a las inquietudes de los interesados en el tema.
Como estudio, la educación formal es un tema basto que requiere un esfuerzo permanente de actualización en cuestiones múltiples. En lo personal, tantas definiciones he visto de educación llana o educación formal que he llegado a la simpleza de asumir la educación general como el conjunto de métodos a través de los cuales una sociedad transmite a sus miembros cuanto posee en su cultura y les hace saber los límites de su conocimiento. Es decir, además de las aulas, educamos en cada ejercicio del idioma, de las tradiciones y costumbres, con los adoctrinamientos; así como al expresar nuestra idiosincrasia, valores, conocimiento, formas de ver y entender el mundo y en el largo etcétera también educamos con nuestras acciones.
Cuando un niño o joven observa nuestro interés de servirnos de los demás, la indiferencia frente al mundo, nuestro menosprecio por aquellos que carecen de todo, el maltrato a los animales, las violaciones a la ley para nuestro beneficio estamos también educándolo en un sentido negativo. Quizá por eso un estimado maestro me decía que nunca debería pasar de moda que el maestro del aula sea ante todo un ejemplo, porque el maestro en el aula educa con su conocimiento y con sus actitudes.
Puede ser discutida la forma de enseñanza y lo que queremos enseñar, pero eso no obsta para que enseñemos. Por ejemplo, ante la dureza de la vida, cuando una madre indígena que ve caer a su hijo lo levanta de un tirón y lo tunde a nalgadas algo le está enseñando. Quizá le quiere mostrar que la pobreza es dura y que debe aprender a tener carácter para afrontar los fríos, el hambre y las múltiples necesidades de su presente y futuro.
Habrá colaboradores y lectores de Voces de la educación que piensen que no tengo razón, y eso es la riqueza de esta publicación, que nos da espacio a todos los que convergemos y divergimos en torno a la filosofía de la educación, pedagogía, didáctica, sicología de la educación o respecto a las políticas educativas y los proyectos institucionales de la educación formal, pública y privada o frente a los desafíos de la tecnología y globalización.
Voces de la educación es una revista semestral de acceso abierto y su objetivo principal es establecer fuentes de comunicación académica que permitan promover y difundir los hallazgos obtenidos en los estudios de las distintas problemáticas educativas, tanto nacionales como internacionales, a través de artículos inéditos, entrevistas y reseñas de conocedores de cada materia.