Los jueces y Piña: ¿Por qué un juez debe ganar lo que dice que debe ganar?
Héctor M. Magaña
En su columna semanal de Sin Embargo Fabrizio Mejía Madrid concedió unas líneas a discutir un problema, un enfrentamiento que se ha ido desarrollando desde el inicio del sexenio de Morena: la Suprema Corte de Justicia y su guerra de poder con el partido, o siendo más específicos, con Andrés Manuel López Obrador.
Hay un claro enfrentamiento entre los ministros con el ejecutivo desde varios frentes. Bajo la consigna de su autonomía han actuado de un modo completamente errático, violando muchas veces la Constitución. Tras una larga lista de nombres de jueces (elaborada por The Guardian), Fabrizio nos ayuda a extraer las siguientes conclusiones: “Este es el Poder Judicial que protege a delincuentes poderosos y mantiene las cárceles llenas de presos sin sentencias, 4 de cada 10, es decir más de 88 mil mexicanos. Este es el poder judicial que libera y absuelve huachicoleros, traficantes con avionetas, policías que desaparecen estudiantes, y mete en sus nóminas a los colaboradores de Genaro García Luna en tiempos de Felipe Calderón.”
¿Será posible que estemos viendo una realidad que permaneció oculta durante sexenios anteriores? ¿Una realidad donde el presidente carezca de poder suficiente ante un grupo de jueces del Supremo? Quizás, el Yo, el supremo de Roa Bastos sea en México la Suprema Corte. Este Supremo requiere de mucho dinero, demasiado dinero para poder existir. Incluso (al parecer) más que el presidente de la República.
Norma Piña es la figura que representa a este ser Supremo que se alimenta a base de sus miembros, los cuales requieren, al menos: “12 millones de seguro de vida; 5 millones al año para contratar personal que les ayude; 800 mil pesos para comidas; 6 millones para vehículos; 200 mil para medicinas; 22 mil pesos para gasolina; 20 millones para cada uno cuando se les acabe el encargo.” Cada mexicano debe contribuir con un peso con 1.80 pesos (diarios) haciendo de este modo el monto general de 225 millones 221 mil 360 pesos. En total de 5 mil millones 855 mil pesos.
“Aquí Piña maneja sus datos. El aumento que está pidiendo de 225 millones de pesos es el que representa 1.80 pesos diarios para cada mexicano, incluidos los niños y bebés de brazos. El presupuesto que quiere son 45 pesos por mexicano”. Se requiere mucho dinero para ejercer la justicia (según Piña), pero la verdad es que se requiere aún mucho más dinero para que un juez pueda mantener sus privilegios y además ayudar a sus socios que van desde políticos corruptos, narcotraficantes hasta huachicoleros y policías con antecedentes.
¿Qué pasará cuando el gigante Supremo no tenga su alimento monetario? Iniciará otras batallas, tales como “el INE no se toca”. Hay que esperar para saber cuál será el siguiente movimiento del Supremo.