La cultura de la cancelación como justicia social.

Por Juana Lucero Peña Landa

Los medios de comunicación se actualizan día con día. La digitalización es piedra angular para expresar “libremente” nuestras opiniones, o al menos en un principio esa era la idea de grandes redes sociales.

La cultura de la cancelación es un fenómeno social que nace como respuesta al descontento de los usuarios en internet y la búsqueda de justicia por mano propia.

Como antecedente debemos tener en cuenta el veto, el cual se puede definir como “la facultad de las autoridades de ‘silenciar’ a un tema, persona o institución, quitándole la promoción e importancia dentro de los medios de comunicación tradicionales”.

Hoy en día con la accesibilidad de internet y las múltiples redes sociales no se permiten errores por parte de las personas que suben contenido mediático; los matices grises sobre grandes temas no existen para la mayoría de los internautas. O se está a favor de sus ideales o en contra de ellos.

La polarización del pensamiento colectivo busca un chivo expiatorio para tomar acciones de falsa justicia y remendar un problema social, se castiga con un mal comentario, un retiro de suscripción, dislike, falta de apoyo económico y promoviendo la desaprobación de la figura publica que se encuentra dentro de la polémica.

¿Se puede hacer un cambio positivo en la sociedad mediante esta cancelación?

La mayoría de las veces solo se hace una reflexión sobre el tema tratado, si bien no se puede acabar con el verdadero problema, si lo podemos tomar como antecedente de lo que, como sociedad, no consideramos este moralmente aceptado.

Buscar la cancelación para hacer un cambio fuera del internet es primordial para la crítica constructiva de las figuras públicas que, al ser objeto de emulación y admiración, están “obligadas” a poner el ejemplo.

Pienso que los personajes señalados deben actuar con cautela aclarando la situación y expresando disculpas si el caso lo amerita, pues, si estas acciones no son llevadas acabo el problema podría crecer tanto que realmente puede acabar con su carrera mediática.