La cuenta regresiva: Xóchitl-Frankenstein
Héctor M. Magaña
Se acerca el tiempo de las elecciones a posibles candidatos y para muchos no hay gran misterio en quienes serán escogidos por los diversos partidos y las diversas alianzas. El caso del PRIAN es más más que obvio: Xóchitl Gálvez ha sido el personaje a quien más esfuerzo se le ha dedicado. Una labor francamente titánica que Alejandro Páez Varela en su columna de Sin Embargo ha destacado.
Aunque hay mucha especulación en torno a las corcholatas y los candidatos, parece claro quién va a ser la oposición de Morena. No obstante, no es una oposición fuerte. El discurso que se ha construido en torno a Xóchitl Gálvez (la señora X) es tan difuso como forzado y contradictorio. Un gigantesco esfuerzo por hacer de la señora X una competencia digna de Morena, pero esa labor se construye de partes que cada vez son más inverosímiles.
Parece que para votar por la señora X debes de pedir una fe muy grande. Debemos creer, creer y creer. Cada parte de la historia que se ha construido sobre ella se ha ido recortando y pegando. Lo que se le presenta a los votantes es una Xóchitl collage-Frankenstein. Pero necesita más que una simple chispa de energía para vivir.
“Poco después de que derecha e izquierda anuncien sus candidaturas, los reflectores le quemarán las cejas a Dante Delgado (quien quiere ser candidato propio) (…) Xóchitl o el moderno Prometeo no despegará si no se recurre a todos los artilugios, entre ellos decir que con MC, ella se pone a la cabeza.”
Es decir, Dante Delgado no puede competir contra la señora X, pues se necesitan tanto sus brazos como su cuello para sostener la cabeza. Leo esto y veo a una oposición que se desespera por aglutinarse ante una cabeza que tuvo que ser puesta a la fuerza. Se necesita el ingenio colectivo del PRIAN para que los votantes crean semejante hagiografía milagrosa que es su trayectoria política y biográfica. Aun así, ese collage–Frankestein es el Prometeo que le dará el fuego a las élites para que entren al Palacio Nacional.
“Xóchitl nunca hará a un lado a las élites que la impulsan (…) La candidata del PRIAN es, pues, un Frankenstein; un moderno Prometeo al que le compraron por conveniencia sus embustes y ahora piensan vender como la neta a millones de mexicanos.”