Entusiasmo
POR: Mtra. Irasel Negrete Ronzón
Nunca se ha logrado nada sin entusiasmo.-
Ralph Waldo Emerson
En ocasiones platicando con algunos profesionistas sobre su trabajo (no únicamente docentes), noto que se expresan del mismo con cierta indiferencia y aburrimiento, denotan desmotivación con la actividad que realizan, mostrando que le resulta pesado sobrellevar sus días y cumplir sus metas laborales,cuando los escucho pienso que muy probablemente guardan en su interior un sentimiento de infravaloración, y esto me resulta triste y preocupante, pues para mí, uno de los propósitos de la vida es alcanzar la felicidad y la plenitud.
En el ámbito del magisterio y en general cuando se trabaja con recursos humanos, quienes están a cargo de más personas y tienen un mal carácter o han generado cierto hastío sobre su actividad, propician un ambiente hostil que limita el logro de propósitos no sólo colectivos sino también individuales, la buena noticia es que el cambio de actitud está en nosotros, cada quien tiene la opción de escoger cómo desea vivir sus días y de ubicarse desde la perspectiva que más le convenga para tener una existencia agradable.
Por lo anteriormente mencionado, decidí hablar del entusiasmo como un ingrediente indispensable en nuestros días el cual, no sólo necesitamos para cuestiones laborales sino en cualquier área de nuestra vida para poder existir enfocados en el presente dando valor al tiempo y a todas nuestras labores.
El entusiamo, según Daniel Goleman, psicólogo y autor del libro “Inteligencia Emocional”, es un estado de ánimo positivo y una capacidad para identificar y expresar nuestras emociones de manera adecuada en la relación con nosotros mismos y con el mundo, así que considero que es importante hacer una introspección para analizar cómo estamos y de qué manera nuestras emociones influyen en nuestras actividades para hacer los cambios necesarios que nos ayuden a tener una mejor existencia.
En el caso de los docentes, realizar nuestro trabajo con entusiasmo debe ser primordial ya que no sólo estamos en contacto con otros seres humanos como sus guías y formadores en contenidos y hábitos, sino que en muchos casos somos sus modelos de vida aunado a ello, el ambiente de clases también depende de nosotros por lo que desempeñar nuestra labor con la mejor actitud será la chispa adecuada que detone un excelente trabajo grupal y que inspire a los estudiantes a mantenerse motivados en sus propios proyectos personales porque la falta de entusiasmo limita la creatividad y el aprendizaje, nos hace sentirnos apáticos llevándonos a la monotonía.
El entusiasmo beneficia a nuestros días, con él podemos mantenernos motivados así como ser constantes y disciplinados con nuestros proyectos, nos ayuda a plantearnos metas y alcanzarlas así como darle sentido a todo lo que hacemos, además nos ayuda a ser buenos líderes, lo mejor de todo es que el entusiasmo es contagioso por lo que podemos lograr que quienes nos rodean se inspiren con nuestra actitud.
Ahora bien, todas las personas podemos sentirnos desmotivados algunos días, sin embargo, cambiar nuestra forma de pensar es necesario y esto es parte del trabajo de nuestra inteligencia emocional y del autoconocimiento, actualmente hay muchos recursos para ello en las redes, empero, prestar atención a nuestras emociones, reconocer el por qué de las mismas, darle relevancia a los pensamientos positivos, minimizar los negativos, manejar correctamete la frustración y mantener hábitos saludables (lo que incluye descanso, alimentación sana y buena hidratación) siempre serán parte de las recomendaciones para una vida equilibrada que dé cabida a vivir con entusiasmo y felicidad. Y tu, ¿con cuánto entusiasmo realizas tu trabajo?