Hacienda presume cajeros del Banco del Bienestar… la gente los padece

Lucía Gómez es una estudiante de preparatoria, radica en la Ciudad de México y es una de las 9 millones 877 mil 433 beneficiaras de la Beca Benito Juárez, destinada a los alumnos de educación básica, media superior y superior del país. Es miércoles 24 de mayo, inicia la dispersión de estos recursos en las sucursales del Banco del Bienestar de todo el país, lo que significa un día complicado para Lucía, pues tiene que levantarse temprano para alcanzar un lugar en la sucursal de la institución bancaria en la Unidad Habitacional Tlatelolco.

Se va preparada, pero sabe que tendrá que invertir al menos dos horas para poder cobrar su cheque, si es que los cajeros automáticos están en funcionamiento y tienen los suficientes recursos disponibles. Aunque puede cobrar en caja, el sistema del banco también parece funcionar de “contentillo” y es una apuesta.

De acuerdo con la Cuenta Pública 2022 difundida por la Secretaría de Hacienda, al cierre del año pasado se pusieron en funcionamiento alrededor de 910 nuevas sucursales, con lo que se alcanzó la operación de 1,357 sucursales en todo el país.

En su reporte, Hacienda destacó que para fortalecer la infraestructura y promover un mayor acceso e inclusión de los servicios financieros, al cierre de 2022 incrementó la red de cajeros automáticos a 1,111.

“El Banco del Bienestar se ubica como la tercera institución financiera con el mayor número de sucursales a nivel nacional”, enfatizó la dependencia federal en su informe.

No obstante, en un breve ejercicio realizado por Forbes México el pasado 8 de mayo se constató que la sucursal ubicada en la Unidad Habitacional Tlatelolco, en la alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México, el cajero no servía.

Lo mismo ocurrió en la sucursal de la colonia Roma Sur, también en la alcaldía Cuauhtémoc, donde de los tres cajeros disponibles, dos no estaban habilitados y el restante no tenía efectivo. En el caso de la sucursal de la Colonia Granjas México, en Iztacalco, los cajeros no disponían de efectivo.

“Cuando toca la fecha de cobrar sí hay que venir con tiempo, mi mamá luego se adelanta y yo la alcanzo con un banquito y sombrilla. A veces el cajero automático se queda sin dinero o de plano no sirve, es un albur, pero ya nos acostumbramos a esperar”, dijo Lucía.

“Generalmente el cajero tiene problemas, luego pueden tardar entre una y dos semanas en venirlo a arreglar, luego ves a los viejitos que dan su vuelta a lo tarugo porque ni cajero ni sistema hay en ventanilla”, comentó una vigilante de la sucursal ubicada en Tlatelolco.

En su reporte sobre política pública del año pasado, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social consideró que conforme avanza la bancarización y migración de cuentas bancarias al Banco del Bienestar, la institución bancaria debería garantizar que se brinden servicios de calidad, igual o mejor que las entidades comerciales.

“(Es necesario que cuente) con la infraestructura suficiente y accesible para toda la población beneficiaria, así como mecanismos eficientes de comunicación entre el Banco del Bienestar y los programas para solucionar las problemáticas que puedan surgir respecto a la dispersión y cobro de recursos”, señaló el reporte.

—¿Consideras que esta sucursal del Banco del Bienestar es mejor que BBVA o Citibanamex?— se le preguntó a Lucia.

—No, o sea en ambas hay carencias, ninguna se salva, pero sin dudas este banco es el más lento y con todo tipo de problemas y tampoco es que sea accesible. No es tan fácil decir ‘me voy a otra sucursal’. Tienes que andar buscando en internet y la información es confusa a veces— narró Lucia.

En los reportes emitidos por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la experiencia de Lucía se replica en la red de sucursales con las que cuenta el Banco del Bienestar, ya que una de las dificultades que enfrentan los beneficiarios es la rapidez con la que se agotan los recursos, así como las pocas sucursales y cajeros disponibles.

“Los beneficiarios refieren pocas sucursales y cajeros en sus localidades, gastos de traslado para disponer, en ese banco, de los apoyos; además, de una falla constante de los cajeros y en los días de dispersión del pago, el dinero disponible en el cajero se agota con rapidez”, señaló el Coneval.

De igual forma, en los informes de evaluación acerca de los programas sociales prioritarios, el organismo evidenció que el Banco del Bienestar se ha convertido en un obstáculo para el cobro de los apoyos sociales ante una precaria infraestructura, por lo que los beneficiarios que aún reciben sus recursos en una cuenta bancaria comercial, prefieren pagar las comisiones por consulta de saldo y disposición de efectivo.

-Forbes