Espacios

POR: Mtra. Irasel Negrete Ronzón

“La extensión del arte de la vivienda es el arte de vivir,

vivir en armonía con los impulsos más profundos del hombre

y con su ambiente adoptado o prefabricado”

Charlotte Perriand 

 

En muchas ocasiones, en el ámbito educativo nuestra atención está mayoritariamente destinada al hecho de que los aprendizajes se consoliden y en que las conductas de los estudiantes sean las adecuadas haciendo suyos valores importantes para la convivencia en sociedad, por lo que dejamos de lado algunos temas relevantes como lo es la  infraestructura y su impacto en la educación,  tópico que abordo en esta ocasión ya que tal como sucede en casa, cuando una escuela está diseñada con espacios amplios, ventilados, se mantiene limpia, ordenada y tiene áreas para el desarrollo de actividades específicas, se vuelve más atractiva creando un ambiente armonioso que facilita el aprendizaje.

Ahora bien, ¿qué elementos componen la infraestructura escolar? La respuesta es todos aquellos que forman el espacio físico donde se desarrollan los procesos de enseñanza-aprendizaje: servicios (agua, luz, internet etc.), mobiliario (en buen estado), áreas de trabajo (laboratorio, biblioteca, canchas, baños, sala de maestros, auditorio  por mencionar algunos), materiales (deportivos, de papelería y escolares), entre otros. Varios estudios señalan que una adecuada infraestructura está relacionada con la mejora del clima institucional escolar, el interés académico de los estudiantes, la reducción del ausentismo escolar, el incremento del sentido de pertenencia de los estudiantes, la reducción de los problemas disciplinarios, el aumento de la motivación de los docentes, entre otros (Center for Evaluation and Education Policy Analysis-College of Education, 2015; CAF-Development Bank of Latin America, 2016).

Si  nos preguntamos  si la infraestructura incide en el rendimiento escolar de los alumnos, la respuesta es sí debido a que además de su relevancia funcional, cumple un rol motivacional, de hecho en un estudio elaborado por el Banco Interameticano de  Desarrollo, señala que: “los alumnos que estudian en colegios con mejores condiciones de infraestructura, se sienten más interesados en asistir a clases y obtienen mejores calificaciones” y es que no sólo se trata de la enseñanza sino de  dónde se da la  enseñanza, por lo que contar con espacios adecuados para el aprendizaje resulta beneficioso para el desarrollo de las habilidades físicas y cognitivas, además el ser parte de una institución en excelentes condiciones promueve un mayor interés académico  y  por  ende ayuda a disminuir el ausentismo  escolar, les dota de mayor sentido de pertenencia a los alumnos  y permite un mejor  control disciplinario.

En el caso  de las  escuelas públicas, no  siempre  las  instalaciones están en buen  estado y eso nos pone en desventaja con la  escuelas  privadas, sin embargo, siempre  hay maneras  de  mejorar y esto es posible  a través de gestiones  oportunas  de los  Directores que se complementen con  el  apoyo  de los  docentes  porque a todos nos  gusta trabajar en espacios  idóneos, limpios y con una buena organización, así que  la  infraestructura no  sólo  incide  en  el  desempeño de los estudiantes sino también en el de todo  el  personal sin olvidar que mantener las  instalaciones en buen estado  es  un trabajo  de  todos  los involucrados  con la  escuela (papás, tutores, alumnos, personal y directivos). ¡Por una escuela digna!