¿Por qué incluir el arte en el aula? Parte 1
Por Irasel Negrete Ronzón*
“El arte es la expresión de los más profundos sentimientos por el camino más sencillo” Albert Einstein
En los artículos anteriores he hablado de la importancia de la creatividad, de la libertad, del diálogo y de la planeación, y ahora, en este artículo quiero conjugar todos estos conceptos en algo que en lo personal me apasiona debido a que es una actividad inherente a mi vida: el arte.
De acuerdo con la Secretaría de Educación, las finalidades de la educación básica son: la adquisición de los conocimientos, el desarrollo de habilidades, así como la construcción de valores y actitudes: es decir, la formación en las competencias propuestas por el currículo común, a partir del contexto nacional pluricultural y de la especificidad de cada contexto regional, estatal y comunitario, y pienso que para lograr estos objetivos, los docentes debemos de poner en práctica una enseñanza creativa orientada hacia la libertad y felicidad de nuestros alumnos, basada en sus experiencias, necesidades, gustos y creencias, siempre motivando la curiosidad para explorar nuevas habilidades que les permitan la formación integral por lo que, una educación holista no puede excluir a las artes.
Pero ¿qué es una enseñanza creativa? Para responder a esta pregunta me parece necesario que cada docente, con base en los programas de estudio defina cuáles son los aspectos clave del aprendizaje, además de encontrar qué es lo que motiva no sólo a los alumnos a aprender sino a los docentes también a reinventarse de forma positiva, en donde una mentalidad constructiva, abierta, cooperativa e innovadora esté presente teniendo como eje central a los estudiantes, siendo así, una enseñanza creativa es aquella que resulta interesante, significativa, divertida, motivadora y que deja a los estudiantes con ganas de más.
Para que una enseñanza creativa esté completa, debe contener a las artes, en cualquiera de sus modalidades, en educación secundaria tenemos como opción: música, teatro, danza y artes visuales. Estudios de neurología indican que las artes favorecen la memoria, las emociones y la creatividad ya que están arraigadas en el propio desarrollo de los seres humanos desde que nacemos y están asociadas a un componente emocional que nos motiva y que nos permite contemplar el mundo que nos rodea desde una perspectiva diferente, más estética, más profunda.
De acuerdo con un estudio desarrollado por el Proyecto Zero de Harvard de nombre “Artful Thinking”, cuando se integran las disciplinas artísticas en las prácticas pedagógicas se promueve el pensamiento creativo y divergente en los alumnos y no solo eso, sino que también desarrollan un pensamiento más profundo.
Por todo esto, la educación artística complementa la formación de los educandos porque les brinda el andamiaje para la adquisición de competencias socioemocionales además de la interacción con otros conceptos como son: imaginación, indagación analítica, comparación, reflexión, razonamiento, participación y reflexión, estudio de campo, por nombrar algunos.
Rabkin y Redmond (2004) han identificado beneficios que aportan las artes, entre los más significativos están: mayor compromiso emocional de los alumnos en el aula debido a que trabajan de forma más activa y aprenden unos de otros, además mencionan que los grupos de aprendizaje cooperativo convierten las clases en comunidades de aprendizaje, afirman también que el currículo se vuelve más real al basarse en un aprendizaje por proyectos lo que da como resultado una evaluación más reflexiva y variada y como extra, las familias se involucran más.
Con este artículo no espero que la idea que se construya sea la de “crear” artistas en el aula, sino de coadyuvar a formar personas sensibles, que se expresan con libertad y creatividad al generar nuevas ideas y resolver problemas con más facilidad a través de vías ingeniosas o poco convencionales, reforzar en los alumnos la capacidad de canalizar angustias, preocupaciones, además de liberar tensiones y fortalecer su autoestima.
*Colaboración.