Una mujer para dirigir el PRI en Veracruz
Políticos en peligro de muerte
Quienes ya tienen en mente querer ser alcaldes a partir de 2026 –así es esto de la política, hay que buscar con anticipación- deben tener en cuenta que a varios la muerte los rondará.
Decir esto no es una exageración, alarmismo ni pesimismo.
Para empezar los riesgos por andar en campaña o circular (con prisas y nerviosos) constantemente en carretera, siempre han estado… y cobrado víctimas.
Y a esos factores debe agregársele que, cada vez con más fuerza, el crimen organizado tiene metidas las manos en la selección de candidatos, elecciones y a la hora de gobernar.
Lo de cuidar la salud no es asunto menor. En 2021, tras las elecciones de ediles, dos alcaldes electos ya no llegaron a gobernar porque murieron de Covid.
Fueron los casos de los presidentes electos de Isla, Abelino Barrientos, y de Maltrata, Leopoldo Gómez, Otro electo, el de Texistepec, José Luis Flores, falleció de cáncer.
Los tres murieron en agosto de 2021, cuando su mundo había cambiado tras ganar las elecciones en junio.
Los accidentes también los acechan. Por ejemplo, en noviembre de 2007 murió el alcalde electo de José Azueta, el profesor Jorge Auly Ramírez, cuando su vehículo dio de volteretas frente el frigorífico de esa región.
También está el caso del alcalde electo de Tuxtilla, Vicente Copto, quien en septiembre de 2012 perdió la vida en un accidente automovilístico ocurrido en la autopista Cosamaloapan-La Tinaja.
Y el del alcalde electo de Paso de Ovejas, Alejandro Escobar Grajales, murió en septiembre de 2017conduciendo su camioneta sobre la carretera libre Xalapa–Veracruz.
Hay otras situaciones también muy peligrosas. Desde antes de que fueran seleccionados los candidatos que competirían en junio de 2021 empezó a saberse cómo estaría de caliente el proceso electoral.
En Santiago Tuxtla, apenas un político con mucha carrera como lo es Nemesio Domínguez, dio muestras de querer ser candidato, lo desaparecieron unos días y… Nemesio ya no quiso saber nada del proceso electoral.
A René Tovar, quien se perfilaba como ganador en Cazones, lo mataron en vísperas de las elecciones. Luego se desató el escándalo por la detención de quien quedó como alcalde, Omar Ramírez, y de José Manuel del Río Virgen.
Después han matado a Isauro Ambrosio Tocohua, presidente municipal de Rafael Delgado; a Miguel Tinoco, síndico de Omealca; a Enrique Argüelles, regidor de Texistepec, y también fueron asesinados el exalcalde de Texistepec, Saúl Reyes, y el tesorero municipal de Tezonapa, Salvador N.
Agregue a esa lista a jefes policiacos y a personajes como Clemente Nagasaki, quien como director del DIF de Acayucan se perfilaba como candidato en 2025.
De 2018 a la fecha son 9 los ediles asesinados en Veracruz, lo que en parte muestra que el crimen organizado manda a sangre y fuego en diversas regiones del estado, imponiendo directamente, en algunos casos, o manipulándolos, en otros, a candidatos, alcaldes y funcionarios municipales.
En la pasada entrega mencionamos a tres priistas para la dirigencia estatal del PRI.
Agréguele a la diputada federal Lorena Piñón, compañera de Cámara y cercana a quien controla todos los hilos del PRI, Alito Moreno.