¡Hidrátate y te llenarás de vida!
POR: Alejandra Leyva Rojas*
El agua es un compuesto necesario y vital en nuestro planeta, además de que el cuerpo está constituido en gran parte por este elemento, entre un 50 y 70% del peso corporal total es agua, este porcentaje depende de algunos factores como el peso, la edad y sexo.
El agua es de gran importancia porque interviene en bastantes reacciones que pasan dentro del cuerpo como el transporte de nutrientes, es un vehículo para ayudar a eliminar los productos de desecho necesaria para las células; es imprescindible para el mantenimiento de la vida y regula la temperatura corporal.
El Instituto de Medicina recomienda el consumo de menos de un litro de agua en menores de un año, en edad prescolar y escolar entre 1.3 y 1.7 litros, en adolescentes 2.4 a 3.3 litros, en embarazo y lactancia entre 3 y 3.8 litros, en adultos y adultos mayores 2.7 litros aproximadamente. Se debe poner atención en los adultos mayores, ya que en esta etapa disminuye el reflejo de la sed y debido a eso se consume una menor cantidad de agua generando la deshidratación. Estas recomendaciones en la cantidad son de consumo de agua total en un día.
Frecuentemente escuchamos que todas las personas debemos tomar 2 litros de agua natural al día, sin embargo, no es correcto generalizar, ya que no es solo el consumo en forma de agua natural, hay que tomar en cuenta lo ya mencionado e incluir la actividad física de cada persona, el calor, la humedad y la temperatura de las ciudades, todo esto influye en la necesidad de cada individuo.
El vital líquido también se obtiene al consumir frutas y verduras que son alimentos con mayor contenido de agua, además de caldos, sopas, tés, café, leche, jugos, huevo cocido, maíz, quesos y pan, aunque estos últimos proporcionan menor cantidad de agua. Debe de prevalecer un balance entre la ingesta y lo que se pierde en lo llamado excreción.
Por ejemplo: si se consume un litro de agua natural al día y un litro de agua proveniente de los alimentos ya se completan dos litros, es importante saber que nuestro metabolismo produce alrededor de 350 mililitros, entonces sumando todo esto ya se tiene un consumo de 2.350 mililitros de agua al día, teniendo así la necesidad de ingestión.
La pérdida de agua en el cuerpo se deriva de los siguientes escenarios, cuando se suda, es decir por medio de la transpiración se eliminan 500 mililitros, por medio de la respiración se pierden 500 mililitros, (aumentando esto cuando existe alguna enfermedad respiratoria), por medio de la orina se pierden alrededor de 1.250 litros y en las heces se pierden 150 mililitros de agua necesarios para su formación, ya que si no es así existen problemas de estreñimiento. Teniendo así el resultado de la excreción.
Por este motivo es necesario cuidar la hidratación, para ingerir diariamente lo que el cuerpo pierde y así funcione adecuadamente. La sensación de sed es un reflejo de deshidratación, por ello es necesario hidratarse adecuadamente durante todo el día y todos los días.
Inicia tu día tomando un vaso con agua natural.
*Licenciada en Nutrición.