La música clásica tiene cosas divertidas, interesantes y actuales: Huchín Sosa
- “Debemos derribar los prejuicios, porque la música clásica tiene cosas divertidas, interesantes y actuales”
- “La música popular tiene aspectos a los que no prestamos suficiente atención, son más complejos e interesantes de lo que uno quisiera o pensaría en un principio”, comentó el crítico en su visita a la FILU 2022
Paola Cortés Pérez
Fotos: César Pisil Ramos y cortesía FILU 2022
16/09/20222, Xalapa, Ver.- La música no se mantiene estática, es maleable y dúctil, siempre se encuentra algo diferente en ella, expresó el crítico literario Eduardo Huchín Sosa, en entrevista concedida durante su reciente visita a la ciudad de Xalapa.
En el marco de la 27ª Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), organizada por la Universidad Veracruzana (UV), presentó su libro Calla y escucha: ensayos sobre música, de Bach a los Beatles, publicado por Turner.
En el texto, Huchín Sosa plantea ideas sobre qué se habla cuando “alguien sabe de música”; cómo ha cambiado el trabajo musical a lo largo de los años; si en la música hay humor, entre otras temáticas.
¿Por qué la música de Beethoven, Mozart, Bach o la considerada música clásica, aún es vigente y continúa escuchándose?
Es indudable que hay música con una calidad enorme y aparte ha sido resignificada –a través del tiempo–, esto quiere decir que no se mantiene estática, sino que siempre encontramos algo diferente en ella, algo de nuestra propia época.
Por ejemplo, la Sinfonía No. 9 de Ludwig van Beethoven en su momento representaba algo muy específico, dos siglos después se usa para musicalizar una película o como el himno de la Unión Europea.
Entonces, significa que la música –en sí misma– es muy maleable y dúctil, es decir, se adapta a muchos contextos; algunas composiciones lo han logrado con mayor fortuna que otras. En el centro está la característica de actualizarse, interesando a nuevos públicos y que la gente haga con ella cosas distintas.
Siempre se ha asociado la música clásica con la élite, haciendo sentir ajenos al resto de los sectores sociales. ¿Cuál es su opinión?
Esto es un prejuicio alimentado por ambos lados. Hay mucha gente que piensa que la música clásica o la música académica es muy difícil e intelectual; otras más piensan que la música popular es una forma disminuida de la música o no tiene cosas interesantes, que no es formalmente interesante ni difícil.
Por lo que, un poco la idea del libro Calla y escucha: ensayos sobre música, de Bach a los Beatles, es derribar ambos prejuicios; explicarle a las personas que la música clásica tiene cosas divertidas, interesantes y actuales.
También hablo sobre los problemas laborales de los músicos, que un poco se conecta con los problemas que todos tenemos en el trabajo: no alcanza lo que nos pagan, tenemos malos jefes. La intención es desacralizar a los músicos, no verlos como figuras totémicas ni superiores, sino como gente cercana que se dedica a hacer música simplemente, esto quizá nos acerque a su música.
En un capítulo narro cómo Beethoven jugaba con la música, no sacralizaba la composición, por el contrario, se prestaba a tomar ideas populares, modificarlas un poco y así elaboraba sus piezas musicales. Nosotros, como escuchas, también podemos jugar con ella.
A la inversa sucede lo mismo, la música popular tiene aspectos a los que no prestamos suficiente atención, son más complejos e interesantes de lo que uno quisiera o pensaría en un principio. Quiero poner a la música al mismo nivel, a la par una de la otra.
De alguna manera invito a acercarse a la música, dejar de lado los prejuicios, a interesarse por ella –sea clásica o popular–, y también a escucharlas con atención y curiosidad.
¿Qué papel juegan las universidades públicas, como la Universidad Veracruzana, para derrumbar los prejuicios y acercar la música clásica a la sociedad?
Creo que la universidad es un espacio privilegiado para apreciar no solamente la música, también del arte en general, de manera despreocupada.
No siempre la música clásica está escuchándose, eso influye en que no la conozcamos tanto, que no la apreciemos con tanta amplitud; pero la organización de conciertos con charlas y cápsulas informativas, así como artículos en revistas, pueden ayudar a que la gente la aprecie.
Hay muchos caminos para difundir, charlas, programas de televisión y radio, la universidad debe cumplir el papel de difusora, que contagie el gusto por todos los tipos de música.