Winckler, el objetivo prioritario de la Federación…

Winckler, el objetivo prioritario de la Federación…

Por Noé Zavaleta

El sol salía orondo y prepotente en el andador y el adoquín de Puerto Escondido, Oaxaca, era un día soleado, con temperatura de 30 grados centígrados. Los surfistas franceses, argentinos y mexicanos salían con sus tablas de surf a hacer sus primeras piruletas en la playa Zicatela.
Desde lo alto de la playa Manzanillo se veía cómo los primeros corredores salían a ejercitarse, circular la sangre y a sudar la “gota gorda” en este balneario del Pacífico Mexicano. Aquí, donde ayer, en un operativo de inteligencia, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Comisión Nacional de Seguridad, detuvieron al exfiscal de Veracruz, Jorge Winckler Ortiz, acusado de “desaparición forzada”, “tortura” y omisión de un deber legal en contra de uno de los escoltas de su exantecesor y expresidiario, Luis Ángel Bravo Contreras. La Fiscalía -la de Verónica Hernández Giadans- imputará a Winckler por el “ocultamiento” de más de cien carpetas de investigación en contra de presuntos delincuentes de alto impacto. Pa ́ pronto, Jorge Winckler, queda arrodillado frente a la justicia veracruzana, a la cual tendrá que rendirle cuentas de aquí hasta -hablando tecnológicamente y pa ́ que entienda el imputado- que salga el IPhone 18.
Winckler Ortiz, fue detenido un 25 de julio del 2022, faltando menos de un par de meses para que cumpliera tres años como prófugo de la justicia.
Una: Su detención, deja varías lecturas: Una, la Fiscalía ya lo tenía ubicado en departamentos de Querétaro y Puebla, y por fin, vino a caer en Puerto Escondido.
Dos: Su aprehensión ocurrió en total sigilo, en la Vicecoordinación de la Fiscalía General de Oaxaca, en la oficina central de FGE Oaxaca y en la FGR nadie fue “notificado” por estrategia, pero más por desconfianza, de la detención del “chaparrito de lentes” y exabogado de los veracruzanos.
Tres: Ni el alto mando de la FGE en Veracruz, Verónica Hernández, le fue compartido el informe policial homologado de la Sedena para obtener detalles rápidos, prontos y expeditos de la detención de su antecesor.
Cuatro: Dice una máxima, “piensa mal y acertarás”. La Sedena -la autoridad más confiable según Andrés Manuel López Obrador, “desconfío” de la Marina, de la FGR, FGE Oaxaca y Veracruz, que no consideró a bien notificar con antelación que harían la detención de este “objetivo prioritario” no solo de Cuitláhuac García Jiménez, sino también de Andrés Manuel López Obrador.
Cinco: Aplicando la máxima de la detención del narcotraficante, Rafael Caro Quintero: “Si te quieren, te buscan y te encuentran”. Los días soleados y playeros de Winckler en el pacífico mexicano concluyeron ayer.
Seis: Que en las buenas todos, en las malas pocos; apenas ayer, la diputada federal, María Josefina Gamboa, se apersonó ayer en Pacho Viejo para manifestar su respaldo al “amigo”.
Ni los legisladores locales del PAN, ni los Federales de Acción Nacional, ni los periodistas, columnistas y mercachifles mantenidos por la anterior Fiscalía hicieron acto de presencia.
Siete: Que habrá que estar pendientes de qué dice López Obrador en la mañanera, pues allá de la detención, los protocolos para ejecutar la orden de aprehensión fueron poco ortodoxos: Sin notificar a la FGR, ni a las Fiscalías de Oaxaca y Veracruz.
Ocho: Que ayer en la calentura de dicha detención, escuché un razonamiento sesudo de la oposición: “La detención de Jorge Winckler fue un salvavidas (sic) para Verónica Hernández, tras sus pifias, necesitaba una medallita para tapar y lamer sus heridas, hoy ya la tiene. De ahí pal real, todo lo demás, será política ficción.