Descartan conflicto de intereses entre Pemex y Baker Hughes
Contratos, sin irregularidades, señala director; Keith Schilling no trabajó para México, destaca
El director de Baker Hughes para México y Latinoamérica, Bob Pérez, aseguró que luego de revisar los contratos que la firma tiene con Pemex no se encontró “ningún conflicto de intereses, nada irregular”.
En conferencia de prensa en la torre ejecutiva de Pemex, acompañado por el director de la empresa productiva del Estado, Octavio Romero Oropeza, explicó que fueron firmados de acuerdo con las leyes mexicanas.
El ejecutivo deslindó a Baker Hughes de las decisiones que haya tomado Keith Schilling, dueño de la casa que rentó la nuera del presidente Andrés Manuel López Obrador. Detalló que Schilling fue empleado de Baker Hughes, pero salió de la empresa en diciembre de 2019.
Durante su paso por la empresa, dijo, trabajó en el grupo de Norteamérica, pero México no forma parte de la región asignada a ese grupo. Para la empresa, añadió, México está dentro de Latinoamérica.
Pérez también indicó que la empresa contrató a un despacho externo especializado en inteligencia corporativa para realizar una investigación interna, tanto en México como en Estados Unidos, cuyos resultados se harán públicos y Pemex los entregará a la Fiscalía General de la República (FGR), para los efectos legales que correspondan.
Agregó que los cargos que desempeñó Schilling fueron líder de ventas en Estados Unidos y luego presidente del grupo en Canadá.
“No tuvo ninguna actividad con nuestros negocios en México, ningún contacto con nuestros clientes de México, ningún contacto con Pemex. No era su rol y no tuvo esos contactos”, reiteró.
Añadió que cuenta con información de que, al reubicarse, Schilling buscó rentar su casa en Houston y utilizó una agencia de bienes raíces para facilitar ese proceso.
Esa agencia hizo un acuerdo de arrendamiento con la esposa de José Ramón López Beltrán, Carolyn Adams, cuyo nombre aparecía en el acuerdo de renta.
Aclaró que la petrolera estadounidense no es dueña de la casa y no tiene ningún control o injerencia sobre el inmueble. “No tenemos injerencia sobre las decisiones que Schilling tomó para rentar la casa, y no sabíamos su intención de rentarla”, dijo. (ELUNIVERSAL)