El Sindicato Petrolero es para…
El Sindicato Petrolero es para…
POR: Víctor Murguía
Quienes pensaron que habría un cambio radical en el Sindicato Petrolero, ahora que están eligiéndose a los dirigentes seccionales y a finales de enero al líder nacional, pues supusieron mal. Algo falló en un sector de la 4T o simplemente existe un acuerdo, pues la limpia que se esperaba en todo lo ligado a Romero Deschamps o a los eternos líderes seccionales está quedando para otra ocasión.
Van dos ejemplos de lo que sucede en este proceso de elección, ya regido por las nuevas reglas del tratado comercial con EU y Canadá (que abarca aspectos laborales) y bajo un gobierno que no tendría nada que ver con lo que protegieron o permitieron los del PRI y el PAN:
En Minatitlán, sede de la importante Sección 10 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), en donde primero dominó Sebastián Guzmán Cabrera, después Pablo Pavón Vinales y de unos años para acá “heredó” la dirigencia Jorge Wade González, las elecciones se desarrollaron en forma pacífica y sin alteraciones.
Es decir, sin problemas, Wade consiguió que su hijo, Jorge Wade Zúñiga, fuera electo como el nuevo secretario general de la Sección 10 del STPRM.
Los Wade ni se despeinaron. Lograron para su planilla, la Verde, más de 4 mil votos, de un padrón aproximado de 6 mil 800 trabajadores.
Y en Nanchital, sede de la Sección 11, otra de gran importancia para el Sindicato Petrolero, el candidato de la planilla Verde triunfó también de manera clara, logrando casi 4 mil 900 votos, contra los alrededor de mil 400 de su competidor de la planilla Guinda del Grupo Mocasín (Movimiento Cambio Sindical), Flavio Medina Barragán. Es decir, los de la Verde barrieron 3 a 1.
El ganador no fue otro que Ramón Hernández Toledo, quien de sus 84 años de vida lleva 64 como trabajador de Pemex y más de 30 representando a la Sección 11, una de las más importantes del país pues abarca a los petroleros que trabajan en los complejos petroquímicos Cangrejera, Morelos y Pajaritos, así como a los de la terminal marítima de esa zona.
Hace unas semanas en Televisa presentaron una información en la que hicieron hincapié en que Hernández Toledo ya rebasó las edades establecidas en el contrato colectivo para prestar el servicio y para la jubilación.
¡Fuera los líderes corruptos, fuera los líderes corruptos!, se escucha gritar a los de la planilla Guinda en una toma que hicieron para la información. Ya no representa a las nuevas generaciones, dice otro de los guindas y uno más acusa que sus líderes vendieron casas en mal estado.
Hernández Toledo dice en entrevista que no se ha jubilado porque se siente aun con fuerzas para seguirle sirviendo a la Sección 11 “y aquí estoy, yo no estoy a la fuerza, estoy elegido por los trabajadores. El puesto yo me lo gané a través de tantos años de trabajo”.
Exdiputado federal y exsíndico de Coatzacoalcos, muy corrido en las lides sindicales (pero dicen los que lo conocen, que rejuvenecido en fechas recientes por algún motivo personal), Ramón Hernández, en el reportaje, sin rodeos expuso algo que dejó sorprendidos a muchos:
“Pues yo con el único secretario general que he convivido, que he dialogado, que me he entendido con él, es con don Carlos Romero Deschamps. Yo lo sigo sintiendo como mi jefe a Romero Deschamps”, dijo tocándose el pecho.
Pue este veterano líder petrolero, que ya dejó atrás a otras leyendas de ese gremio, como Francisco Chico Balderas, de su misma sección, ganó también sin despeinarse y será dirigente otros tres años.
Así las cosas, cuando a finales de enero próximo se realice la elección del secretario general del STPRM –aunque el voto sea por medio electrónico y el proceso vigilado por la Secretaría del Trabajo – ya nadie deberá extrañarse que gane alguien que haya sido cercano a Romero Deschamps, quien durante un buen número de años financió campañas priistas, impuso candidatos y posee una gran riqueza.
¿Qué pasa entonces en el Sindicato Petrolero que los disidentes no pueden arrebatarle el control a los viejos líderes?
Pemex, es sabido públicamente, está muy mal económicamente. Tanto, que a muchos de sus acreedores no les paga desde hace tres años.
Y sus trabajadores han ido perdiendo conquistas sindicales. Pese a ello, esos viejos líderes han mantenido la estabilidad, entonces ¿para qué agitar unas aguas que están tranquilas pese a la pérdida de prestaciones laborales?
Además, se afirma, entre los acreedores de Pemex se encontrarían algunas secciones del STPRM, como la 11, a la que Petróleos Mexicanos le debería una buena cantidad de millones, por servicios de transporte.
Si hay paz laboral y además aceptan que les sigan debiendo millones y millones de pesos, ¿cuál sería el problema de que se reelijan?