Para la ciencia en Estado de México 2020 fue de retroceso
La entidad apenas obtiene una producción científica reconocida a nivel nacional cada 4.5 días.
Pese al número de personas dedicadas a la ciencia que tiene el Estado de México, la cifra de centros de investigación y la capacidad económica de las universidades e instituciones públicas como el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología (Comecyt), la entidad apenas obtiene una producción científica reconocida a nivel nacional cada 4.5 días.
Aunado a ello en 2020 la pandemia de Covid-19 afectó sobremanera a la ciencia con la caída de patentes, diseños industriales y modelos de utilidad a nivel nacional, donde el Estado de México retrocedió más de 20 años y tuvo una generación similar a la de 1999, con apenas 80 invenciones útiles para la sociedad.
Cada año las universidades han incrementado su número de investigadores e investigadoras en el Estado de México, pero la entidad no logra remontar el cuarto lugar que tiene a nivel nacional, con sólo 11 por ciento de las contribuciones a la ciencia.
La queja recurrente siempre ha sido la falta de inversión en investigación, pero la realidad es que en el Estado de México lo que sobra es dinero, al menos al Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología (Comecyt), que año con año registra superávits en prácticamente todos sus programas y hoy tiene 313.3 millones de pesos en sus cuentas bancarias, generando intereses porque nadie los ocupa.
Panorama mexiquense
El Estado de México no sólo es la entidad con más población del país, sino con más instituciones de educación superior de México. Aquí tienen asiento prácticamente todas las universidades nacionales del país y cuenta con una amplia presencia de espacios tecnológicos estatales y federales.
Por el número de habitantes que tiene, 53 por ciento arriba de la Ciudad de México, lo lógico sería que tuviera más personas dedicadas a la ciencia y mayor producción; sin embargo, esto no es así y por ello la entidad está muy lejos de alcanzar el primer lugar o acercarse a él.
De acuerdo con los datos del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), el número de solicitudes presentadas para patentes, diseños industriales y modelos de utilidad, provenientes del Estado de México pasó de 90 en el año 1993 a 305 en 2019, antes de la pandemia, para 2020 la cifra bajó a 251.
No obstante, no todas las peticiones son aprobadas. De estas peticiones sólo se reconocieron 61 en 1993 y para 2019 un total de 125, pero en 2020 la cifra cayó a sólo 80, porque la pandemia no sólo detuvo la economía, sino también la generación de conocimiento.
Para este 2021 la historia parece ser distinta, pues al cierre del primer semestre ya son 166 peticiones y 70 concedidas, con lo cual ya casi se alcanza la cifra de registros formales del año anterior y se podría recuperar parte de los avances logrados en otros años.
El golpe que implicó el covid-19 a la ciencia no fue sólo para el Estado de México, sino para todo el país, donde las peticiones pasaron de 20 mil 366 a 18 mil 290 y los vistos buenos de 11 mil 826 a 10 mil 173 entre el 2019 y el año 2020.
A la fecha no se observa una mejora en los resultados por invertir más dinero en ciencia, a partir de que el Comecyt recibe las millonarias multas que pagan los partidos políticos por incurrir en faltas a las normas electorales. No se ven más programas, tampoco más beneficiarios ni mayor producción científica que tuvo sus mejores años en 1998 con 203 patentes, diseños industriales y modelos de utilidad, pues en 2019 sólo alcanzó 125 y el año pasado 80, es decir uno cada 4.5 días, cuando la Ciudad de México tuvo uno diario.
El año pasado la Ciudad de México alcanzó 235 registros, colocándose como todos los años en la primera posición; seguida de Jalisco con sólo 98, Nuevo León 90 y hasta el cuarto sitio el Estado de México con 80, lo que implica que para alcanzar el primer lugar esta entidad necesitaría triplicar sus esfuerzos en todos los renglones.
La falta de recursos parece no ser el problema, pues al Comecyt, la institución estatal dedicada a apoyar la ciencia y tecnología en el Estado de México, tiene varios programas y en ninguno ocupa todos los recursos, por falta de interés de los posibles beneficiarios o por el diseño o burocracia de sus convocatorias que no logran dar en el blanco de las necesidades de la ciencia.
Transferencias para la ciencia
Aunque el Comecyt dispone de muchos recursos a partir de que recibe las multas impuestas a los partidos políticos redujo 36 por ciento los recursos destinados a transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas, donde están los rubros aportados a la ciencia e investigación, al pasar de 274 millones en 2019 a 175 millones este año.
Los reportes financieros que publican en su área de transparencia dejan ver que el peor año fue el 2020, en el cual sólo destinaron 114.4 millones de pesos a este rubro, de los cuales apenas y ejercieron 22.7 millones, quedando sin ejercicio 91.7 millones, aunque desde 2016 han reportado sobrantes al finalizar el año.
De los informes contables del Consejo se observa que en 2016 les quedaron 40.4 millones, en 2017 fueron 36.4, en 2018 más de 27.6, en 2019 llegaron a 156.2 y el año pasado 91.7 millones, es decir que en sólo cuatro años no se han aprovechado 253 millones de pesos.
Dentro de este rubro se consideran las becas, donde también hay sobrantes al igual que en otros renglones, que van desde los 249 mil hasta los 43 millones de pesos. Esta última cifra, debido a la pandemia que dificultó la operación del programa.
El año anterior no entregaron premio de periodismo científico, no dieron talleres de ciencia para niños, como tampoco se activaron cinco diferentes programas para el desarrollo de proyectos tecnológicos y, o de innovación, validación de prototipos, fortalecimiento de las capacidades científicas y tecnológicas, entre otros.
En este año consideraron 81.9 millones de pesos para becas, de los cuales al 30 de junio han erogado 21.4 millones, es decir que les quedan 60.8 millones para esta segunda mitad del año.
2021 va lento
En este año el ejercicio de recursos va muy lento. De los Programas de Transferencias para el Fortalecimiento de las Capacidades Científicas y Tecnológicas, está la vertiente Jóvenes emprendedores e innovadores con un capital de 10 millones de pesos y a la fecha no reporta una sola persona beneficiada, igual que el de Desarrollo Social con 15.1 millones para becas.
- En lo que se refiere al Premio Estatal de Ciencia y Tecnología van siete beneficiados, para Acción “Cátedras” hay 91 con un ejercicio de 4.5 millones, para Estancias de Investigación son 54 personas con 1.6 millones, Becas Duales 1.3 millones por 271 personas; Desarrollo Social 680 investigadores independientes o de instituciones, con 13.7 millones de los 57.9 millones autorizados.
- Otros programas de este año son: Protección para el fomento a la protección industrial tiene n 700 mil y sólo han gastado 32 mil pesos por seis personas; Becas para incorporación de mujeres indígenas mexiquenses en estudios de Maestría les aprobaron 2.4 millones y ya ejercieron la mitad con siete beneficiarias.
Siempre sobran recursos
No sólo en las transferencias les sobran recursos, en general es una institución que recibe más dinero de lo que necesita o puede gastar. Desde 2016 ha cerrado los ejercicios fiscales con saldo a favor, con excepción de 2018 donde el déficit fue de 43.7 millones de pesos.
El monto presupuestal no ha mantenido una tendencia, aunque si se compara lo que recibirán este 2021 con el 2016 es casi la mitad. En aquel año obtuvieron 425 millones y para este tienen previsto sólo 224 millones de pesos, lo cual refleja una caída presupuestal del gobierno estatal.
Sin embargo, en caja tienen más de 313 millones de pesos y aún no acaba el año. Esto se debe a que aparte de los subsidios que recibe le turnan parte de las multas que se imponen a los partidos en el Estado de México y como no gasta este dinero de inmediato, tienen inversiones que les generan rendimientos cada mes.
Tan sólo este año, en el cual ya se dividen los ingresos de las multas, con la Secretaría de Cultura y Deporte, ha obtenido 190 millones de pesos por esta vía, una cifra que representa 84 por ciento de lo que programó erogar en este ejercicio fiscal.
En meses triplica sus esfuerzos
De acuerdo con sus registros financieros, el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología es una de las instancias públicas con mayor liquidez en la entidad. En caja, al cierre del primer semestre contaba con 313.3 millones de pesos en 10 cuentas de cheques productivas que a su vez les generan rendimientos.
A pesar que como cualquier dependencia tienen gastos y sale dinero de estas cuentas, cada mes aumenta el monto por los intereses que les pagan y por las constantes transferencias que reciben, producto, entre otras cosas, del pago de multas aplicadas a los partidos políticos.
De estos reportes se desprende que a diferencia de otras áreas públicas sus cuentas bancarias no van a la baja durante el año, sino por el contrario van en aumento, de manera que en febrero las 10 cuentas sumaban un capital de 104.7 millones, para marzo ya tenían 108.6, mientras, en mayo la cantidad llegó a los 287.1 millones y en junio cerró en 313.3 millones de pesos.
En los ingresos tienen pendiente cobrar algunas cuentas, entre ellas están algunos ex empleados de este Consejo que deben montos de van desde los 480 hasta los 3 mil 232 pesos, donde está incluido el ex director general de Comecyt, Edgar Alfonso Hernández Muñoz, quien mes con mes ha ido pagando el adeudo y ya sólo tiene pendientes 3 mil pesos. Aunque no se detalla la razón, se puede inferir que se trata de impuestos no retenidos.
Por otra parte, tienen pendiente el pago de una deuda de 37.4 millones de pesos a corto plazo. Entre quienes esperan estos pagos son el Certamen Estatal de Robótica con 1.2 millones, el subsidio a la producción 16.2, al Fomento a la Protección de la Propiedad Industrial 18.9 millones que van cubriendo poco a poco.
¿En qué gasta?
El mayor rubro de gastos del Consejo es en transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas, con una erogación de 57.8 millones de pesos hasta el mes de junio, donde están los recursos que destinan a los programas que son objeto de su misión para promover la investigación y la coordinaciónentre los generadores y los usuarios del conocimiento; promover la obtención de financiamientos para apoyar la realización de proyectos de investigación científica, desarrollo tecnológico, formación de recursos humanos y de divulgación.
El segundo sector son los servicios personales que reporta pagos por 8.9 millones de pesos, Servicios Generales 3.2 millones, en otros gastos 529 mil pesos y en materiales y suministros llevan 81 mil 110 pesos.
Para servicios generales tienen previsto destinar otros 20.3 millones de pesos en este segundo semestre para totalizar un gasto de 29.3 millones en salarios, prestaciones y apoyos, donde destacan remuneraciones adicionales, compensaciones, gratificaciones y estímulos.
En todo el año tiene proyectado gastar 224 millones de pesos, de los cuales ya ejerció 95 millones y en la segunda mitad del año irá por 128.9 millones más. Para cubrir este monto tienen disponibles 313.3 millones, es decir que podría terminar el año con un superávit de 184.4 millones de pesos, sin contar lo que le falta de ingresar en estos seis meses del Programa de Acción y Desarrollo, así como el subsidio del gobierno y las multas electorales.
(Información: Milenio)