“Ahora hay que cuidarnos siempre”; regreso a clases ante el Covid-19
Iris y su hija Suri, quien entra al cuarto grado de primaria, se dicen conscientes de que el Covid ya es parte de la vida cotidiana; les emociona el regreso a las aulas
La última vez que Suri usó su uniforme de primaria fue en 2020, iba en segundo grado. Hoy entrará a cuarto. La niña de nueve años es consciente de que el mundo vive en pandemia por Covid-19, pero aun así siente emoción por regresar a su escuela y asegura que la mejor manera de no contraer el virus es siguiendo todas las medidas que le han enseñado en casa.
“Casi no me quito el cubrebocas, sé que tengo que echarme gel, lavarme las manos, no agarrar los útiles de otros compañeros, guardar la sana distancia, todo eso que me han enseñado en casa, pero ya quiero regresar, extraño a mis amigos”, señala a EL UNIVERSAL.
Suri es parte de los 25 millones de alumnos que conforman el nivel deeducación básica que iniciará el ciclo escolar 2021-2022 este lunes 30 de agosto.
Para Iris, mamá de Suri, el regreso a clases presenciales es necesario para el desarrollo de los niños, además de que consideró que el coronavirus ya es parte de la vida cotidiana y es bueno que todos, como sociedad, adopten hábitos para prevenir contagios.
“La vida se debe retomar poco a poco, el virus ya está presente en todas partes y hay que aprender a convivir, por eso es importante que desde casa enseñemos a nuestros hijos el autocuidado; que sepan que no se pueden quitar el cubrebocas, que no deben abrazar a sus amigos, que hay que lavarse las manos, eso es lo que nos va a ayudar contra el Covid-19 en cualquier escenario, no importa si están en casa, en la escuela, en un parque, lo importante es que los niños tengan conciencia de cómo cuidarse”, dice.
Está de acuerdo con el regreso a las aulas, pero resalta que el programaAprende en casa y las clases en línea deben permanecer para todos aquellos menores que por algún motivo no regresarán a clases presenciales.
“Nos dijeron que no habrá clases virtuales, pero sí a distancia, o sea que a los papás se les harán llegar las actividades que deben realizar los niños que se quedarán en casa, y eso está bien porque a lo mejor habrá quien mande a sus hijos a la escuela porque no tiene otra opción, y otros ya no los inscribirían si la modalidad es presencial forzosamente”, opina.
Al visitar la primaria de Suri, la madre de familia se percató de todas las adecuaciones que hicieron en el plantel: desde colocar señalamientos de sana distancia en patio, salones y áreas comunes; flechas que indican el sentido peatonal, despachadores de gel antibacterial, áreas específicas para el lavado de manos y salones a la mitad de capacidad con carteles que indican que la ventilación es necesaria.
“Los alumnos regresarán en un horario de ocho de la mañana a 2:30 de la tarde, y no irán todos los días, esto va a ser escalonado. Niños con apellido de la A a la M irán lunes y miércoles, y los niños con apellido de la M a la Z, los martes y jueves. Los viernes se presentarán los niños que tienen rezago académico y necesitan apoyo de los profesores, entonces vemos que sí se buscó la manera de que el regreso a clases fuera más seguro”, declara.
Además, el cuerpo docente explicó a los padres de familia que mientras los niños estén en las aulas, a la par sus compañeros que no asistirán a clases presenciales, pero que les toca acudir otro día, tendrán actividades similares para que el progreso académico sea el mismo.
“No es que mi hija los días que no le toque ir a clases se vaya a quedar en casa sin hacer nada, o que sean vacaciones o días libres, sino que los profesores nos darán las actividades a realizar, los temas, con el objetivo de que avancen al mismo ritmo”, detalla.
El viernes pasado, Suri recibió el uniforme que usará para cursar cuarto grado de primaria. Se emocionó, se lo probó y se dijo lista para regresar a la escuela.
“Me gusta correr, jugar, hacer ejercicio, mi clase favorita es Educación Física y nos dicen que ahora es mejor estar afuera, somos más libres, bueno un poquito porque hay que cuidarnos siempre, pero me emociona regresar y hacer lo que hacíamos antes”, dice.
En diciembre de 2020, el abuelo de Suri tuvo Covid-19, y aunque no se internó en un hospital, pasó más de dos meses conectado a un concentrador de oxígeno y con problemas respiratorios, debido a esto, en la familia se extremaron precauciones: “Ella vio lo que pasó con mi papá, con su abuelito, y le quedó muy grabado que tenemos que cuidarnos”, explica la señora.
(Información: El Universal)