Éxito o fracaso de la reforma, responsabilidad del gobierno: Nuño

Por Arturo Cano

 Ofrezco a la CNTE el camino del diálogo educativo

“Si quieren seguir otra ruta, no van a encontrar, como en el pasado, un gobierno que conceda. Se van a encontrar un gobierno –y creo que ya hay pruebas suficientes– que va a tener una gran firmeza, que va a aplicar la ley y que no se va a echar para atrás”

Aurelio Nuño Mayer, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), no quiere apresurar las cosas. Dice que para que salgan bien se necesita tiempo y que es posible que el nuevo modelo educativo comience a funcionar hasta el ciclo escolar 2018-2019, el último que inaugurará el presidente Enrique Peña Nieto.

Dos años y medio le llevó al gobierno federal armar el nuevo entramado jurídico. El Sindicato Nacional de Trabajadores dela Educación (SNTE), que tenía “secuestrada” la educación, según la narrativa oficial, es hoy invaluable aliado de la reforma. A la disidencia magisterial se le mantiene a raya. Su nuevo titular le ha dado a la SEP, coinciden los analistas, nuevos aires que no podían soplar con su antecesor.

Ese nuevo escenario lleva a la primera pregunta:

–¿Es consciente este gobierno de que el éxito o fracaso de esta reforma ya sólo está en su cuenta?

–Pues sí, pero eso no es novedad. Este gobierno ha tenido la determinación de hacer la reforma educativa y estamos muy claros de que el éxito o el fracaso será responsabilidad central nuestra.

Gracias al destacado antropólogo Roberto Varela –que estuvo casado con la madre de Nuño y fue su “maestro informal”–, el ahora secretario de Educación conoció Una teoría del poder social, de Richard N. Adams, y las obras de otros antropólogos clásicos como Claude Lévi Strauss, Bronislaw Malinovsky y Clifford Geertz.

Nuño cierra una extensa charla con este diario con una reflexión sobre lo que le parece “exageración” en el desarrollo actual de las ciencias sociales: “Medir, medir, medir, y esas mediciones muchas veces ya no hacen las grandes preguntas. Las herramientas de la estadística ayudan, pero sólo explican un pedacito. La complejidad de los contextos, la diferencia entre un guiño y un parpadeo –y aquí recurre al ejemplo clásico que Geertz tomó de Gilbert Ryle– es el mismo movimiento físico, pero puede significar cosas opuestas. La thick description que no te puede explicar una ecuación”.

Valga el preámbulo para dar paso al guiño (¿o parpadeo?) que el secretario Nuño dirige a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

“Vemos que hay dos caminos y está en la cancha de la coordinadora definir por cuál quieren caminar: si sus líderes quieren seguir el camino de sus canonjías, sus controles clientelares; continuar con un rechazo sistemático a la reforma que los lleve a seguir violando la ley, a no dar clases; a manifestarse –cosa a la que tienen todo el derecho, pero sin romper la ley–, si quieren continuar por ese camino se van a encontrar un gobierno muy firme en la aplicación de la ley. Todo lo que implique infringir la ley será castigado.”

Más o menos, como se ve, el discurso que ha empleado desde que asumió el cargo y comenzó a asistir a los honores a la bandera cada lunes en una escuela distinta.

Sigue la oferta a la CNTE: “Les ofrezco abrir otro camino. Ese segundo camino es un diálogo educativo, en el que se acepte que la ley es la ley y que la reforma se tiene que implementar, pero la manera de hacerlo tiene muchos caminos. Y ese es parte del diálogo que quiero tener con cada uno de los maestros: el nuevo modelo de escuela, los niveles de autonomía de gestión, los consejos técnicos escolares, el acompañamiento pedagógico, sobre todos estos temas hay que ver cómo lo vamos a hacer en Oaxaca, Michoacán y Chiapas. Ese es un diálogo al que estoy totalmente abierto”.

Nuño pone sobre la mesa el resto de los temas que forman parte de sus prioridades como titular de la SEP y sobre los cuales estaría dispuesto a dialogar con la disidencia magisterial: la infraestructura escolar (“¿quieren que lo hagamos juntos o no?”), el desarrollo profesional docente, la capacitación y el fortalecimiento de las normales (“no las queremos desaparecer, sino fortalecer”).

“Vamos a tener grandes programas. ¿Cómo los vamos a hacer para Oaxaca, Guerrero y Chiapas? Eso es parte de lo que quiero platicar con ellos.”

–¿La evaluación también?

–Las propias evaluaciones; sentarnos junto con el Instituto Nacional de Evaluación Educativa para hacerlas cada vez mejor. En eso sí estamos dispuestos a sentarnos.

No parece haber mucho margen, cuando el funcionario que completa apenas poco más de dos meses en su nuevo cargo dice: “Si quieren seguir la primera ruta, no van a encontrar, como eventualmente ocurrió en el pasado, un gobierno que conceda. Se van a encontrar un gobierno –y creo que ya hay pruebas suficientes– que va a tener una gran firmeza, que va a aplicar la ley y que no se va a echar para atrás”.

El balón, en la cancha de la coordinadora

Así la juega el politólogo egresado de la Universidad Iberoamericana en este partido llamado reforma educativa: “El tema es que el balón está en la cancha de la coordinadora. Ellos son quienes deben escoger el camino. Si tomamos el segundo vamos a tener una mejoría en la educación”.

–Los maestros de Oaxaca dirían que ellos incluso tienen una propuesta, que han hecho foros…

–Sí, pero hasta ahorita no ha habido ninguna propuesta seria de sentarnos a hablar de este tema, porque cualquier propuesta seria implica que se acepte la nueva realidad educativa de la reforma.

–¿Se sentaría con la CNTE si acepta la evaluación, que es el punto de quiebre?

–No, toda la reforma, para que nos sentemos a hablar de toda la reforma, de todos estos puntos. Van a encontrar un gobierno totalmente abierto a iniciar ese diálogo.

–¿Que acepten la reforma, pero puedan discutir el cómo? ¿Es lo que propone?

–Cómo se adapta a la realidad de cada estado, cómo vamos mejorando y cómo vamos aterrizando esta reforma. Vamos a involucrar a los maestros en la discusión de los planes y programas; a mí me interesaría mucho que estuvieran ellos, pero que estén implica que acepten la reforma educativa, de facto. Todo lo que estamos platicando es la reforma educativa, incluyendo la evaluación, pero no sólo la evaluación. Si damos ese paso creo que hay una gran avenida para tener coincidencias y que la educación camine muy rápido. Si deciden ir por el otro camino, pues será más difícil, más tortuoso, con más costos. Eso implicará mucho mayor desgaste para todos, especialmente para ellos.

Del “comes y te vas” al “vienes y educas”

Con ocasión de la reciente visita de Estado del presidente cubano Raúl Castro se firmaron varios convenios, sobre todo en materia comercial, pero también hubo avances en otras áreas.

–¿En la relación con Cuba pasamos del “comes y te vas” al “vienes y educas”?

–(Risas). El presidente Enrique Peña reconstruyó junto con el presidente Castro la relación con Cuba, que desde nuestra visión es estratégica.

“Parte de la agenda de trabajo con Cuba es educativa. Lo que hicimos fue un acuerdo, una carta de intención.

“La colaboración sería en alfabetización, educación física y un tema donde también son muy buenos los cubanos, que es la promoción de la lectura.”

Aunque no quedó firmado, a Nuño le interesa informar que solicitó a la ministra de Educación de Cuba, Ena Velázquez, explorar las posibilidades de que su país apoye al nuestro en el programa de fortalecimiento de las escuelas normales.

“La educación inicial en Cuba es buena. Nos interesa conocer su experiencia y explorar que podamos firmar un convenio mucho más específico, que nos vengan a ayudar con el fortalecimiento de las normales.”

Nuño valora que a los docentes cubanos “los preparan muy bien para enseñar matemáticas y español, y eso será parte central del fortalecimiento de las normales y de los nuevos planes de estudio”.

En materia de deporte la colaboración sería con capacitadores para las escuelas. “Allá, con muy pocos recursos, tienen muy buena educación física. Es un claro ejemplo de que no necesitamos grandes gimnasios o grandes cosas para poner hacer ejercicio y activar a los niños”.

La colaboración con Cuba en materia educativa, destaca Nuño, se había dado sobre todo con gobiernos estatales, pero ahora al gobierno federal le “viene como anillo al dedo, porque estamos justo en el proceso de preparación de este plan de fortalecimiento de las normales”. (Jornada)