Efecto pandemia; millones de niños sin volver a la escuela

El COVID-19 está dejando sin empleo a familias en México y el mundo; la situación para los niños y en especial para las niñas es más vulnerable, pues se ven orilladas a trabajar o apoyar con las tareas en casa

A un año de la pandemia por COVID-19, la situación es más compleja para niñas y adolescentes de México y el mundo; enfrentan el doble de barreras que los niños para continuar en la escuela.

La exclusión y discriminación que viven por su edad y género las limita a desarrollar su máximo potencial; la crisis sanitaria las ha puesto en mayor riesgo ante la violencia, los embarazos tempranos, el trabajo infantil y el abandono escolar.

Ana Razo, académica del CIDE e integrante de la Red de Mujeres Unidas por la Educación, comentó que “muchas niñas y jóvenes tuvieron que poner en un segundo nivel de prioridad su educación para apoyar en las labores de cuidado familiar”.

En marzo, el Inegi reveló que 5.2 millones de estudiantes no se registraron en el ciclo escolar 2020-2021 por motivos vinculados a la crisis sanitaria y a la falta de recursos. “El regreso de las mujeres a la escuela es más complicado por un tema de expectativas, dificultades económicas, matrimonios forzados, abuso sexual, embarazo, y porque hay familias que deciden que ellas tienen más valor en actividades del hogar”, enfatizó Ana Razo.

COVID-19, EL NUEVO FRENO

Además de los 5.2 millones de alumnos no inscritos en el país, la Encuesta para la Medición del impacto COVID-19 en la educación del Inegi revela que hubo 510 mil personas adicionales que tuvieron que dedicarse a quehaceres del hogar, de las cuales 98.6 por ciento son mujeres. Unirse, casarse o embarazarse truncó los estudios de dos millones de personas, de los cuales 1.6 millones fueron niñas.

El nivel medio superior de estudios es donde hay mayor deserción para ambos sexos. “En uncontexto de desigualdad de género y de pandemia, el tipo de responsabilidades que puede tomar una adolescente o una joven la hacen mucho más propensa a que su familia decida que se incorpore al mercado laboral o que asuma tareas de cuidado y trabajo doméstico”, explicó Razo.

Para Guadalupe Ramos, abogada y coordinadora del Comité de Latinoamérica y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem) en Jalisco, “la salida temporal del sistema educativo para las niñas y jóvenes puede implicar el abandono definitivo de los estudios”.

Cabe destacar que nueve de los 14 países donde la mayoría de las escuelas permanecieron cerradas entre marzo de 2020 y febrero de 2021, se encuentran en la región de América Latina y el Caribe, lo que
afectó a casi 100 millones de estudiantes.

Ana Razo señaló la necesidad de que el gobierno transparente los datos desagregados sobre el abandono escolar para saber cuál es la situación y tomar acciones; también, dijo, se requieren apoyos económicos para que las mujeres no dejen de estudiar.

Además de las expectativas familiares y comunitarias que se imponen sobre las mujeres y truncan sus estudios, Ana Razo dijo que en la propia escuela también puede haber barreras.

“Hay prácticas distintas para promover el aprendizaje de las niñas y mujeres contra las prácticas que se tienen con los hombres, esa también es una brecha que hay que recortar”, advirtió la experta.

(Información: El Heraldo)