El género del paisaje

Por: Renatta Vega Arias

El paisaje es la representación de un fragmento de la naturaleza; una vista que puede ser real, imaginaria, fantástica, onírica, urbana, aérea, marina, o más, en la que el artista crea una ilusión de espacio para lo cual es importante el dominio de la perspectiva, que da la ilusión de espacio dentro del cuadro, mediante el uso de trazos y proyecciones, tanto como del empleo de la “perspectiva atmosférica”, que es la diversa resolución del color, según los diferentes planos de lejanía.

El paisaje como género no cobró importancia sino hasta el renacimiento, ya que, con anterioridad a esta etapa, los artistas incluían el paisaje solo como escenario para la actividad humana, para dar contexto a las escenas representadas dentro de la obra con elementos como un árbol, unas matas o flores, unos
cerros al fondo para dar la idea del exterior.
En un principio al paisaje se le considera un género secundario, puesto que priva una visión en la que lo digno de ser representado es primero, lo divino, después lo humano y luego todo lo demás, porque las tendencias de pensamiento rigen en realidad los actos que crean la cultura de los pueblos y es el arte una de las manifestaciones humanas que funcionan como un espejo. Así, al volver el pensamiento a la naturaleza y mirar el entorno buscando identificación verdadera, se valora, se honra y se refleja en la producción artística.

Las culturas orientales, que siempre han estado conectadas con la naturaleza, han creado obra paisajística desde siempre. Los hermosos paisajes de artistas chinos, japoneses y en general de oriente, fueron y han sido signo de perfección y sutileza con obras de grandes maestros desde el siglo IV; sin
embargo, en el arte occidental, solo hasta finales del siglo XVI.
Un antecedente muy interesante es cómo el pintor Pieter Brueghel “El Viejo” va disminuyendo en sus obras el elemento humano en escenas de campo, dando mucho mayor peso al paisaje. En 1595, el pintor griego Doménikos Theotokópoulos, que desarrolló toda su carrera en España, conocido como El Greco, presentó una obra en la que el único tema es “Una vista de Toledo” por lo que, para muchos autores, esta obra marca el inicio del Género del Paisaje para el arte occidental.
Por las mismas razones que ya explicamos en anteriores ocasiones y al igual que ocurrió con el bodegón, el retrato y otros géneros no religiosos, el paisaje tuvo un gran auge en los países que florecieron bajo los preceptos del protestantismo.

En la bibliografía de la Historia del arte se reconocen diversas escuelas del paisaje, como la italiana, la rusa, la inglesa, la norteamericana, la de Barbizón en Francia. En todas ellas hubo innumerables artistas que crearon espléndidas obras ,verdaderos prodigios técnicos, por medio de los cuales hoy podemos conocer y disfrutar de la belleza de sus ciudades y campos, así como las cualidades geográficas de un lugar, sus montañas, ríos y cada aspecto sin excepción, permitiéndonos asistir a observar, en no pocos casos, cómo lucieron esos espacios en el pasado.
Por mencionar solo algunos artistas que hicieron del paisajismo una de las más hermosas expresiones del arte, cito a Johannes Vermeer (1632-1675), de Holanda y de Flandes (actual Bélgica) a Joachim Patinir (1480-1524). De Alemania, a Alberto Durero (1471-1528) y de Italia Giovani Antonio Canal, conocido como Canaletto (1697- 1768); de Inglaterra J.M.W Turner (1775-1851) y John Constable (1776-1837). El grupo ruso “Itinerantes” con Ivan Kramskoy (1837-1887) y Ilya Repin (1844-1930).

EnFrancia, con Camile Corot (1796-1875) y muchos más. La lista es de una extensión suprema y no está en mi mano más que invitarlo a usted a darse una vuelta por este mundo de la Web, que nos da acceso a todo ello con abundancia.
Un importante invento cambió la historia del paisaje. En 1814 el artista estadounidense John Rand inventó la manera de transportar la pintura en tubos de estaño, lo que dio la libertad a los artistas para salir de su taller y poder pintar al aire libre, tomando la verdadera esencia del paisaje que presenciaron.
Al llegar el impresionismo, el paisaje toma una muy interesante dirección, Claude Monet, Auguste Renoir, Berthe Morisot , Camile Pisarro, Paul Cézanne, G. Pierre Seurat, Vincent Van Gogh, Paul Gauguin, entre otros, hicieron del paisaje la huella de una emoción. Con sus innovadoras técnicas, sintetizaron los espacios, creando un juego de colores donde la luz era preponderante. Su trabajo, junto con el de los expresionistas, dio las bases a la abstracción, que continua hasta hoy, sin dejar de
manifestar el impacto visual y emotivo del paisaje.
En México el paisajismo ha tenido grandes exponentes, empezando por José Maria Velasco (1840-1912), nacido en Temazcalcingo, Estado de México, quien creó con sus obras un sello de identidad nacional en siglo XIX. El Museo de Paisaje, que lleva su nombre, se encuentra en la Ciudad de Toluca.
Sin poderme detener mucho, menciono a Joaquín Clausell, Gerardo Murillo, conocido como el Dr. Atl, grandes paisajistas de los siglos XIX y XX y más recientemente, los maestros maestro Nicolás Moreno y Luis Nishizahua, que dejaron una huella de extraordinario valor para la pintura mexicana,

Actualmente, Alejandro Moreno Rodríguez y Juan Manuel Salazar, son dos paisajistas de gran escuela, que continúan creando obra excepcional en la cual puede verse su permanente evolución, con una evidente tendencia a la síntesis y la simplificación. El paisaje es también el género que yo, como artista plástica, prefiero para expresarme, sabiendo que el artista puede, con su obra, llevar la mirada del público a los aspectos que desea hacer notar, yo quiero señalar precisamente la belleza de la obra de la naturaleza y es esa mi manera de honrarla, de celebrarla y sumarme a quien pide respeto para ella.

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