28 Arte sacro y Arte religioso

Por: Renatta Vega Arias.

Primera parte

Para comenzar, es necesario distinguir los conceptos de arte religioso y arte sacro. Encontramos esta información en la página web Escolares.com. El “Arte sacro: La denominación de arte sacro se utiliza para todas aquellas manifestaciones artísticas destinadas a rendir culto a lo divino.

Y el Arte Religioso: Hablamos de arte religioso para referirnos a la producción de imágenes y obras de arte basadas en extractos de la biblia. Esta denominación de determinado arte tiene sus orígenes en el fortalecimiento de la fe y permanece en la historia del arte desde la época pre-románica hasta el neoclasicismo.

La diferencia es muy sutil ya que el arte religioso copa la producción artística especialmente para el mundo occidental donde el catolicismo ha sido históricamente la religión con mayor poder y hegemonía.

Sin embargo, conviene recordar que, aunque no estén dentro de la hegemonía de catolicismo, por el arte conocemos a los Dioses de todas las culturas que han existido a lo largo de la historia. En México y toda América, antes de la llegada de los españoles, existieron culturas politeístas y por medio del arte se honraba a cada uno de los dioses en sus representaciones antropomórficas (con forma humana) o zoomórficas (con formas de animales) y con muchos elementos de la naturaleza, siempre vinculados a los procesos que les permitían la sobrevivencia, la abundancia y la tranquilidad de los pueblos. Gracias a arqueólogos e historiadores podemos descifrar esas representaciones que muestran a las deidades con los atributos por medio de las cuales se diferencian y que nos dan información sobre sus dominios.

Es interesante observar que de las tres religiones derivadas de la Biblia conocidas como “Religiones del libro”, que son el judaísmo, el cristianismo y el islamismo y que son monoteístas, es decir que se basan en la creencia de la existencia de un solo Dios, solo la religión católica se vale del uso de imágenes, que representan a Dios, la Virgen, los santos y demás seres divinos para realizar arte evidentemente religioso.

Por otro lado, en la religión Cristiana Ortodoxa, rama del catolicismo oriental que no reconoce al papa de Roma, se aceptan solo los íconos. Según Wikipedia, para los cristianos ortodoxos. “El icono es empleado durante la oración; el creyente ora en la presencia del icono, pero no le ora al icono. Es venerado (se lo respeta, pero no se lo adora) Generalmente, el icono es una pintura sobre un panel plano, pero también puede ser en relieve y estar hecho de metal, esculpido en piedra, bordado, hecho en papel, mosaico, repujado. etc. Suele ser una representación gráfica, principalmente un dibujo, esquema (sencillo)”

Volviendo al catolicismo, en Europa durante la Edad Media, al artista no se le veía como tal, sino como a un artesano o un obrero especializado en manufacturar las obras que eran encargadas principalmente por la Iglesia. Recordemos que el pensamiento medieval tenía a Dios como el centro de todo y trabajar para su gloria se consideraba un honor más que suficiente. De hecho, las obras de este periodo no eran firmadas por su autor, porque su trabajo no se entendía como obra de arte, sino como un objeto más de utilidad para representar a las divinidades y la historia bíblica. No fue sino hasta el renacimiento, cuando, sin olvidar a Dios, el ser humano (principalmente el hombre) se convierte en el eje principal y la medida de todas las cosas; es entonces cuando el artista empieza a firmar los trabajos que realiza y el público comienza a darles valor como obras de arte suyas y originales.

El impacto que tuvo la Reforma Protestante del siglo XVI sobre el arte religioso al poner en evidencia la ostentación que ejercían muchos miembros de la iglesia católica, empezando por El Papa, que lucraban y se enriquecían, mientras sus fieles sufrían por la pobreza, hizo que las iglesias protestantes que surgieron (que comprendía cuatro líneas básicas: luterana, calvinista, anglicana y anabautista) se alejaran de la ostentación material y sus templos carecieron de todo lujo y un arte religioso significativo.

En reacción a este movimiento reformista de los protestantes, surgió la contrarreforma, movimiento encabezado por los reyes católicos, que se erigieron en protectores de la Iglesia Católica Apostólica Romana, de ahí el sobre nombre de la Reina Isabel de Castilla y el Rey Fernando de Aragón, de “Los Reyes Católicos”. Una de las disposiciones que tomaron los monarcas para fortalecer su religión diezmada por los nuevos cultos reformados, fue hacer un llamado a los artistas para que realizaran más pinturas y esculturas religiosas, dándoles toda la expresividad necesaria para conmover, para emocionar y con ello lograr mantener consigo a su grey, más aún, que muchos más se sumaran a las filas de la que, para ellos, era “la verdadera religión”. Esa es, en parte, la razón de tantas misiones evangelizadoras que diversas órdenes religiosas llevaran a cabo en las entonces colonias de España, así como el apoyo incondicional y el otorgamiento de plenos poderes a la Santa Inquisición, que había sido fundada en 1184 en Languedoc, al sur de Francia, y que les venía muy bien en ese momento en que se empezó a considerar a los herejes como enemigos del Estado.

Tales fueron las medidas que los reyes católicos pensaron para erradicar el peligro del alejamiento de sus ovejas. Necesitaban asegurar el camino hacia la salvación de las almas de los creyentes y se valieron también del arte.

Hasta aquí por ahora, continuaremos la próxima semana para explicar cuál fue el resultado de la contrarreforma católica en el arte.

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