El género del bodegón
Por: Renatta Vega Arias.
Antes de continuar revisando los géneros del arte me parece importante revisar, aunque muy brevemente, algunos puntos. Primero que nada, si usted hojea una enciclopedia de arte, verá que existe un esquema donde el arte europeo marca la línea. Se habla de las primeras pinturas rupestres, luego las grandes culturas como Persia, Siria, Egipto, Roma, Grecia, etcétera; después, la etapa de la edad media, el renacimiento, el barroco, el rococó, el neoclasicismo y otras corrientes. Posteriormente, todo lo que viene con la ruptura y el modernismo, de lo que ya hablamos. Por otro lado, muy separadamente, se trata al arte de las culturas de oriente, como China, Japón, la India; así como América, África y otras culturas. La razón de esta manera de estudiar la historia y el arte no es porque hayan sido anteriores o más importantes, sino por el enfoque euro centrista con el que se ha abordado la historia, debido al esquema de colonias bajo el cual se desarrolló el mundo.
En el caso de nuestro país, al haber sido conquistados y regidos por el imperio español, el arte “oficial” nos fue transmitido por ellos y los artistas también se desarrollaron bajo la tutela de la Academia, donde los maestros eran predominantemente europeos. En el tiempo de la ruptura del arte en Europa de finales del siglo XIX y principios del XX, también en México se estaban iniciando movimientos en los que los artistas mexicanos propugnaron por el desarrollo de un arte nacional. Este interesante tema lo retomaremos más adelante, porque dio origen al arte con el que hoy se identifica a nuestra nación.
Sin embargo, en nuestras culturas prehispánicas se desarrollaron espléndidas manifestaciones artísticas en todas las áreas. Arte sorprendente en concepto y técnicas, completamente fuera de los esquemas europeos y no por ello se pueden menospreciar, porque hay que tomar en cuenta que se crearon con otros paradigmas completamente distintos y tratar de compararlos, sería completamente inútil.
Si aquí les hablo de géneros, es por encontrar un enfoque práctico para tratar de comprender el arte que hoy puede usted encontrar en cualquier parte del mundo.
Dejando esto en claro, podemos hablar del bodegón, que tuvo su nacimiento formal en un momento en que Europa estaba siendo azotado por un gran sisma religioso. Sucede que hasta antes de 1517 la Iglesia Católica Romana dominaba la vida religiosa e influía grandemente en la política y las sociedades del “viejo continente”, pero el 31 de octubre de ese año, Martín Lutero clavó sus 95 famosas tesis en la puerta de una iglesia de Wittenberg, Alemania, con ideas tan radicales, que terminaron por dividir a la iglesia, originando así el advenimiento del protestantismo.
Si desde la perspectiva de la religión católica romana los artistas dedicaban sus esfuerzos a pintar santos y escenas bíblicas, en los países que adoptaron las doctrinas de Lutero tuvieron que asimilar una de las consecuencias de este nuevo enfoque de Dios, la virgen, los santos y la divinidad, en cuanto a todo lo referente a su representación, que ya no era bien aceptado, y se vieron en la necesidad de diversificar su trabajo y dedicarse al bodegón, el retrato, la pintura histórica y el paisaje.
En el bodegón, también llamado “naturaleza muerta”, encontraremos alimentos como frutas, vinos, quesos, pan, o piezas de caza, que formaban parte importante de la cultura culinaria, acompañados por objetos de uso cotidiano, ya sea de origen natural, como conchas o piedras; o bien los manufacturados como tazones, jarras, copas o vasos, donde es muy común la ostentación de piezas de oro, plata o cristales finos al igual que manteles y profusos cortinajes que hagan sentir fastuosidad y elegancia. También hallará joyas o floreros con flores, tanto como puede haber elementos simbólicos con los que el artista o la persona que lo encargó sienta identificación, como un libro o cierta pieza de orfebrería.
Un bodegón nos habla de una forma de vida, de los elementos culturales específicos de una zona geográfica en particular, por lo que no encontraremos los mismos elementos en una obra hecha en Alemania, que una elaborada en América. Un ejemplo son los famosos los bodegones del tiempo de la colonia en México, donde se representan todos los ingredientes para la realización de un platillo en el ámbito de una cocina, con azulejos, cazuelas de barro, cucharas de madera, etcétera.
Este género ha sido desarrollado por los artistas de todos los tiempos y ha servido mucho a los historiadores para darse cuenta de cuáles han sido los hábitos alimenticios de las personas en diferentes momentos de la historia, cuáles son sus costumbres, o la producción agrícola local durante diferentes temporadas del año.
El bodegón tiene que ver con el agradecimiento por la abundancia y al mismo tiempo es símbolo de estatus y del deseo de seguir gozando de esa riqueza.
Una nota interesante es que se cree que en el antiguo Egipto se pintaban representaciones de comida y objetos que evocaran riqueza y esplendor para que en la otra vida se manifestaran y entonces el difunto pudiera disfrutarlos en el más allá.
Al igual que en los demás géneros, el bodegón no está estrictamente delimitado y puede también ser parte de otras obras, como complemento de la escena, así como contener un paisaje, una imagen religiosa o un personaje.
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