Planeando la empatía
Mtra. Irasel Negrete Ronzón
“La empatía depende no solo de la capacidad de uno para identificar las emociones de otra persona, sino también de la capacidad de uno para ponerse en el lugar de la otra persona y experimentar una respuesta emocional adecuada”. Charles G. Morris.
En el pasado Consejo Técnico Escolar el tema sobre el cual giraron las actividades fue la empatía pues en estos tiempos de pandemia dicha virtud es muy necesaria en la relación docente – alumno para poder lograr los propósitos educativos y es que la pandemia nos invita a pensar diferente a cambiar hábitos y actitudes, fortalecer las habilidades emocionales en equilibrio con las habilidades de pensamiento y por supuesto a mantener una actitud optimista y empática, y si no lo logramos de manera orgánica porque nosotros mismos nos sentimos abrumados considero que podemos tomarnos un espacio para incluir a la empatía dentro de nuestra planeación.
Y es que para los docentes la empatía será la llave que nos permita formar a los estudiantes de forma exitosa, pues podremos conocerlos, entenderlos y comprenderlos, es decir que sabremos qué necesitan, cómo podemos llegar a ellos de una manera eficaz, cómo lograr la inclusión y la equidad de cada uno en el grupo además de mantenerlos motivados.
Ahora bien, debemos saber que la empatía se trabaja, es una capacidad que podemos entrenar y potenciar, si bien los primeros guías en desarrollarla son los papás, esta se sigue perfeccionando a lo largo de nuestra vida, en especial en la escuela, por lo que los docentes podemos mejorar esta cualidad en ellos si somos un buen ejemplo al escuchar a nuestros estudiantes sin prejuicios, siendo respetuosos de sus sentimientos e ideas, dando nuestra opinión de forma constructiva y asertiva, siendo tolerantes, viéndolos a los ojos cuando hablamos con ellos, reconociéndoles sus virtudes y talentos, así como recompensando sus logros y cualidades.
Para incluir la empatía en la planeación de nuestras clases en primer lugar debemos entender que no todos nos desenvolvemos en el mismo contexto ni tenemos las mismas posibilidades físicas, intelectuales y/o económicas por lo que nuestras actividades deberán ser flexibles a ser modificadas si no se pueden llevar a cabo tal como las diseñamos, algo más es tomar en cuenta que no todos los estudiantes cuentan con el apoyo de sus tutores por lo que las actividades deberán de ser cognitivamente accesibles rescatando lo esencial del contenido, también será relevante proponer retos que sean factibles y que los motiven, asimismo, abrir espacios para la retroalimentación y la expresión de sentimientos será de gran relevancia, considero que durante esta pandemia los docentes debemos incrementar nuestra paciencia y sin perder de vista los aprendizajes esperados, ser concientes de la realidad que se vive, ampliar los periodos de entrega (aunque en la calificación no tengan el mismo valor, sí darles a todos la oportunidad de entregar las actividades) y seleccionar cuidadosamente nuestras estrategias para que no se vuelvan clases monótonas con actividades predecibles o sin justificación.
Evidentemente la línea entre la tolerancia y la empatía, la disciplina y rigurosidad se debe marcar ya que no se trata de permitir a los estudiantes hacer lo que quieran como quieran en el momento que lo decidan pero sí de escucharlos y conocer la situación en la que viven y analizar cómo esta afecta su desempeño, planer actividades con instrucciones claras y precisas en donde podamos conocer los procesos de aprendizaje será muy importante así como incluir situaciones de aprendizaje en donde podamos identificar la autenticidad de cada estudiante y el grado de conocimiento que poseen, y debido a que cada escuela tiene un diagnóstico específico, platicar con los compañeros de trabajo e intercambiar ideas será un punto a favor para avanzar en la empatía a nivel institucional.